Me rompieron el corazón
El autor es Comunicólogo y creador de contenido independiente.
Sueños inconclusos, promesas arrasadas por el viento, palabras que retumban como un eco, noches enteras sin dormir, proyectos que murieron antes de nacer, y silencio, mucho silencio… éstas son algunas señales de un corazón roto ¿has sufrido alguna?
Si respondiste que sí, primero quiero agregar que lo siento mucho, pues no es una sensación muy agradable, pero ahora, una vez que estamos en sintonía, quiero decirte que el que te hayan roto el corazón puede ser una de las mejores oportunidades que tengas en la vida.
Y mientras frunces el ceño o levantas la ceja ante el sinsentido que acabo de decir, déjame que te lo explique.
Son muy pocas las cosas en este mundo que sean más difíciles de moldear que el corazón de una persona, pues las traiciones, las desilusiones y las múltiples decepciones que vamos a enfrentar a lo largo de nuestro años se encargan de endurecerlo y terminar de convertirlo en piedra, áspero, seco y falto de vida.
Sé que duele, pasé por ahí muchas veces, y sería tonto e irresponsable de mi parte decirte que no llores y hagas como que no pasa nada, porque a fin de cuentas la mejor manera de superar el dolor es llorarlo y enfrentarlo, no evitarlo… pero una vez que lo hayas llorado lo suficiente y lo debido será el momento de levantarte, ¿y qué crees?
Ahora que estás hasta abajo, no habrá otro camino más que subir.
Con tu corazón quebrantado, es el momento ideal para comenzar desde cero.
Toma tu corazón roto y vuelve a darle forma, pero ahora con experiencia e inteligencia.
Y cuando lo hagas, tu vida se convertirá en un lienzo en blanco, ¡Estarás listo para transformarte en la mejor versión de ti mismo!
No cometas el error de tomar esa mala experiencia como un pretexto para cerrarte y endurecer tu corazón, el decir “ya no voy a esperar nada de nadie” es una sentencia para ti mismo, porque cuando reduces tus expectativas a cero, al cabo de un tiempo, inevitable e irónicamente vas a terminar aceptando cualquier cosa que toque a tu puerta, y en el peor de los casos, a un portador de un corazón igual sin expectativas e ilusiones.
Así que toma esos miles de fragmentos y moldea uno nuevo, uno vivo, palpitante, enérgico y con ilusiones, no tengas miedo a mostrarlo, así como está, con parches e imperfecciones, vulnerable, todos lo tenemos así, y cuanto más nos esforcemos por aparentar lo contrario, más nos tardaremos en sanar.
Estar enamorado no se trata de nunca sufrir dolor, sino de encontrar a la persona dispuesta para compartir su dolor con el nuestro, así, sin miedo ni reservas, entregándose por completo... sanándose mutuamente.
“Abre tu corazón y no tengas miedo a que te lo rompan. Los corazones rotos se curan. Los corazones protegidos acaban convertidos en piedra”: Penélope Stokes:
“El café de los corazones rotos”.
No tengas miedo a sentir algo... ten pavor a no sentir nada.
El autor es Comunicólogo y creador de contenido independiente.
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