La esperanza sin congruencia y acción, es ilusión

La autora es directora de Voz Empresarial.

Este 2021 está empezando como un año caótico y lleno de incertidumbre para los mexicanos.

La desesperanza se está convirtiendo en una pólvora social, millones de ciudadanos no ven lo duro sino lo tupido, no sólo en el incremento de contagios sino de las defunciones de mexicanos que no deberían haberse ido, porque estaban sanos y no tuvieron la oportunidad de llegar a un hospital para ser atendidos ante el colapso de la salud pública, que ha sido rebasada.

Escuché en la radio una reflexión del Dr. José Antonio Lozano Diez, presidente de la Junta de Gobierno de la Universidad Panamericana Ipade, que me gustaría compartir porque tiene mucho sentido para todos los mexicanos que no vemos la luz al final del túnel, ante la ineficacia de las medidas sanitarias que desde un principio fueron minimizadas y que ahora muestran la corrupción del no saber qué hacer y han rebasado los peores escenarios descritos por los titulares de la Salud en México.

El catedrático comentó que los mexicanos ya se dieron cuenta que la salida no es fácil y se esperaba que esto terminara en 2021, pero sólo se demuestra que ya no hay regreso a la realidad anterior, sería una quimera, argumenta, y la desesperanza está tomando forma cada vez más peligrosa en la ciudadanía.

La desesperación, dice el catedrático, es lo peor que le puede pasar en la vida a los ciudadanos y ahorita está ganando la partida, acaba con las fuerzas interiores y eso colapsa la energía colectiva, “la esperanza y la paciencia son los cojines donde la vida puede seguir”, dice el experto del Ipade.

Explicó que se pasa por una crisis emocional colectiva y la primera etapa fue la parálisis cuando llega un problema, y lo que sucede se torna inestable e incierto, se convierte en mecanismo saludable, pero no se puede mantener y se pasa a un segundo estado psicológico que es la incertidumbre, se presenta la ansiedad y se ven las amenazas, más que las herramientas para salir adelante.

Cuando la crisis continúa se presenta una tercera etapa que es la aparición de miedo irracional y angustia, la personas no actúa y desaparece su capacidad creativa.

La cuarta etapa es salir de la crisis como sea, con una apuesta hacia el futuro, aunque no se tenga la certeza de lo que va a pasar, explica.

La esperanza es importante para el nuevo mundo que se va a construir, por lo que el experto ofrece reflexiones para sacar la casta, aunque no tengamos la certeza de que las cosas van a salir bien o no, pero la esperanza y la paciencia son las condiciones de la vida para que ésta siga.

El viejo adagio dice que el momento más oscuro de la noche es antes del amanecer. Todo es temporal, superar una adversidad hace a las personas más dispuestas a ser felices, sin importar las circunstancias que se vivan. Otra opción es luchar por tener paz interior, serenidad, que son los tesoros mas importantes que puede encontrar el ser humano pero que están dentro de nosotros, independientemente de la pandemia.

Un último punto, dice el experto, es que las personas deben buscar algo hermoso más allá, que valga la pena vivir y dio consejos para los mexicanos, diciendo que las personas se olviden de pensar

que cuando no se tengan problemas serán felices, hoy estamos viviendo una circunstancia inédita y en ella se debe buscar la felicidad para mantener la vida, las motivaciones fundamentales, no dejarlas en el olvido.

Cuando se presentan crisis como las actuales no debemos perder los sueños que teníamos y fueron postergados por situaciones críticas que nos desviaron del camino que teníamos trazado, como las metas de la vida; debemos mantener una ilusión y esperanza.

Se avizora un mundo nuevo y lleno de promesas, un mundo que necesitará de todos para hacer un lugar mejor del que dejamos atrás, aunque nos duela, no perder la esperanza es la piedra angular para construir la nueva era que ya inició, concluye el catedrático del Ipade.