Papa Francisco fue un discípulo misionero, afirma arzobispo de Hermosillo

Desde Hermosillo, el arzobispo Ruy Rendón Leal recordó al papa Francisco como un hombre sencillo, humilde y comprometido, que dejó un legado de renovación y cercanía en la Iglesia.

Era poco después de las 7:30, hora central de Roma, Italia, cuando el silencio se volvió en llanto y en oraciones y la noticia que no quería ser dada se anunció: El camarlengo, cardenal Kevin Joseph Ferrel, daba a conocer la muerte del sumo pontífice, el papa Francisco, en su residencia en Santa Marta.

Desde Hermosillo, el Arzobispo Don Ruy Rendón Leal se refirió al papa como un verdadero discípulo misionero, de profunda vida de fe, esperanza, caridad y de un gran amor a la Santísima Virgen María, asegurando que deja un gran legado con una renovación en la Iglesia, siendo un papa más cercano al pueblo.

"Fue un hombre sencillo, cercano, humilde, pobre, comprometido en los trabajos de evangelización. Siempre es la insistencia del discipulado misionero, cerca de Cristo, pero también cerca de las personas a quienes hay que compartir la experiencia de fe.

"Son algunos testimonios que en lo personal yo subrayo, y que en estos años que he estado al frente de la Arquidiócesis de Hermosillo he tratado a los laicos, a la vida consagrada y a los ministros ordenados, como compartirles para que los tengan en cuenta y, cada uno de ellos, estos hermanos y hermanas, según donde estén sirviendo, tengan en cuenta estas actitudes, virtudes, este estilo del papa Francisco, que sin duda debe de ayudar muchísimo a la Iglesia hoy en día", dijo.

El Arzobispo expresó que durante su pontificado el papa rompió muchos paradigmas en la Iglesia, dándole un aire fresco de cercanía y de mucha humildad y humanidad, dejando un legado incomparable pues "fue un hombre de Iglesia, humilde, valiente, comprometido, de lenguaje sencillo, un hombre siempre actual y atento a las diversas situaciones de sufrimiento de millones de personas".

El papa Francisco, expresó Don Ruy Rendón, tenía varias inquietudes abogando siempre para que reinara la paz en Tierra Santa, así como el término de la guerra Rusia-Ucrania; se mantenía al tanto, atento al sufrimiento de la humanidad, principalmente de los migrantes y los pobres.

"Prácticamente ha fallecido en el día más importante del año. Es la solemnidad de la Pascua de Resurrección. Son cinco tesoros, cinco legados, que a mi modo de ver, el papa Francisco nos ha regalado, no sólo a la Iglesia, sino al mundo entero", precisó.

Referente a estos legados, el Arzobispo narró que se trataba de temas sobre la renovación de la Iglesia católica y su cercanía al pueblo, ser un discípulo misionero y de profunda fe, esperanza y caridad, documentos clave que abordan grandes asuntos no sólo de la Iglesia sino del futuro de la humanidad; descrito como "un hombre de Iglesia, humilde,  valiente y comprometido que ha muerto en el año jubilar" y prosiguió diciendo que "fue un peregrino de esperanza que falleció en la solemnidad de la Pascua de Resurrección".