Tomateros responde e iguala la serie ante Naranjeros de Hermosillo

Ahora le tocó recibir a Naranjeros de Hermosillo en el juego 2 del Clásico de la LMP, serie que se iguala tras ser apaleados 8-3 por los Tomateros de Culiacán en su casa.

Los Tomateros le regresaron la "gentileza" a Naranjeros, ya que le propinaron un 8-3 que emparejó la serie del Clásico de la Liga Mexicana del Pacífico.

Manny Barreda (3-2) salió fino en sus lanzamientos y en seis entradas completas concedió seis imparables, tres carreras, y recetó siete chocolates para mantener una efectividad de 3.32, y quedarse con la victoria en la capital sinaloense.  

Por su parte, el norteamericano Joe Van Meter (2-2) tuvo una noche para el olvido al permitir 11 imparables y seis carreras, números que le valieron el descalabro.

La ofensiva culichi se sirvió con la cuchara grande, ya que entre Ramon Ríos, Sebastián Elizalde y Alexis Wilson, se combinaron para nueve hits, cuatro carreras anotadas y seis impulsadas. 

Por tercera ocasión consecutiva entre ambos, será necesario esperar al ganador del tercer juego para conocer quién se queda con la serie, con el antecedente de que los guindas se quedaron con las primeras dos, disputadas en el Estadio Fernando Valenzuela.

Aplacan a los bats naranjas

Con hombres en primera y segunda, Naranjeros abrió la pizarra en el segundo inning con el triple productor de dos carreras de Francisco Lugo. 

Culiacán respondió ante el embate hermosillense y niveló las acciones en el tercer rollo con el veterano Ramon Ríos, quien conectó doblete al jardín derecho que remolcó a Alexis Wilson y a Mallex Smith al pentágono.  

La tropa naranja retomó la ventaja con el elevado de sacrificio de Jasson Atondo, sin embargo, en ese mismo capítulo, los guindas atacaron de nuevo y con el undécimo jonrón de Peter O´Brien, que sirvió para sumar dos anotaciones y que los Tomateros tomaran la delantera.

El sexto inning fue fatídico para la novena naranja, y es que el equipo de Tomateros se despegó en el encuentro con rally de cuatro anotaciones. El verdugo de la noche, Ramon Ríos, nuevamente castigó los lanzamientos de Van Meter y colocó otro batazo que se internó en el prado izquierdo, suficiente para traer dos rayitas más en los spikes de Wilson y Ureña.  

La séptima y octava carrera llegaron por cortesía del bat de Sebastián Elizalde.