No hay pruebas de vida inteligente en otros planetas: UNAM

De acuerdo con Daniel Flores Gutiérrez, especialista de la UNAM, hasta la fecha tampoco se han hallado elementos concluyentes que indiquen la existencia de civilizaciones en otros planetas.

HERMOSILLO, SON.- De acuerdo con Daniel Flores Gutiérrez, especialista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a pesar de no conocer la existencia de vida microscópica en los satélites de Júpiter o Saturno (bajo ciertas condiciones), hasta la fecha tampoco se han hallado elementos concluyentes que indiquen la existencia de civilizaciones en otros planetas.

El astrónomo del Instituto de Astronomía agregó que ni siquiera hay pruebas de la “tradicional propuesta de vida” en Marte. Es decir, no existe vida inteligente en el sistema solar.

No obstante, es muy probable que en el Universo haya vida inteligente, “de eso estamos convencidos al estudiar la formación de estrellas y notar procesos similares en diferentes ámbitos de nuestra galaxia”.

En el Universo cercano hay al menos 300 mil millones de galaxias y quizá hasta dos millones de millones. Así, si cada galaxia tuviese 300 mil millones de estrellas como nuestro sol, entonces existirán miles de millones de planetas con probabilidad de haber desarrollado vida.

Flores Gutiérrez hace referencia al descubrimiento de Kepler-186f, un planeta parecido a la Tierra que orbita alrededor de una estrella similar a nuestro sol, con atmósfera y agua, pero con una distancia de nosotros no menor a los 400 años luz, un espacio imposible de recorrer bajo las limitaciones humanas, ya que se requerirían de millones de años para llegar a dicho planeta.

En cuanto al sistema solar más cercano, Alfa Centauri se localiza a cuatro años luz del Sol. De querer ir hacia ella, “a nuestra tecnología actual o la que pudiésemos desarrollar en 200 años, el tiempo en el que tardaríamos en llegar a esa estrella sería en 170 mil años de viaje, sólo de ida”.

Es decir, se necesitan miles de generaciones de humanos que vivan, nazcan, se reproduzcan y mueran en una atmósfera construida, dentro de una nave, únicamente para albergar vida no sólo humana, sino vegetal y animal que sustente la vida del género humano. Por eso es imposible siquiera pensar en la posibilidad de mantener comunicación física con seres inteligentes fuera de nuestra Vía Láctea, es decir que habiten en otras galaxias.