Las debilidades de la democracia

Las debilidades de la democracia, escribe Marco A. Paz Pellat en #ElPoderDeLasIdeas.

En los últimos años se ha venido debatiendo sobre la democracia, sus ventajas, desventajas y debilidades frente a sus resultados desde la óptica ciudadana. Muchos hablan que esta forma de gobierno ha sido poco efectiva para lograr mejoras en la calidad de vida de las personas, igualdad de oportunidad y justicia social. Hay quienes incluso concluyen que la democracia está en crisis.

En lo personal creo que somos muy exigentes y nos gustan los resultados de corto plazo.

Empecemos por el principio. ¿Qué es la democracia? De acuerdo con Wikipedia, “es una manera de organización social que atribuye la titularidad del poder al conjunto de la ciudadanía. En sentido estricto, la democracia es una forma de organización del Estado en la cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que confieren legitimidad a sus representantes. En sentido amplio, es una forma de convivencia social en la que los miembros son libres e iguales y las relaciones sociales se establecen conforme a mecanismos contractuales”.

Podemos resumir que la democracia es un forma de organizar una sociedad donde todos somos iguales y donde las mayorías mandan. Es el sistema de gobierno más utilizado y más aceptado hoy en día, a pesar de sus defectos. A la fecha no se ha creado un sistema mejor de gobierno.

Sin embargo, siendo el mejor sistema de gobierno, la democracia actual está en riesgo frente a diversas debilidades que ha identificado Manuel Torres Aguilar, en su artículo para el portal The Conversation (https://bit.ly/3ghej0W), entre las que destacan:

- Permite alianzas peligrosas. Algunos de los grandes villanos autoritarios de la historia han accedido de manera legitima, ganando elecciones legales, a través de alianzas que les facilitaron el acceso al poder. Tenemos los casos de Hitler y de Chávez, como ejemplos. Aunque el comportamiento de estos líderes no permite identificar sus verdaderos perfiles ni intereses de manera anticipada, según Torres Aguilar, hay algunos indicadores que permiten su identificación y que debemos de tener presentes: 1) un débil o pobre rechazo a las reglas democráticas y sus instituciones (negativa a cumplir con mandato constitucional, suspensión de elecciones, etc.); 2) la negación de legitimidad de los adversarios políticos (el adversario es subversivo o ilegal); 3) la tolerancia o fomento a la violencia cuando les conviene (lazos con bandas violentas o aprobación de violencia contra adversarios); y 4) la predisposición a restringir las libertades de la oposición (limitar derechos de opositores, restringir o controlar la libertad de expresión, etc.).

- Permite pactar con líderes autoritarios. “Ante estos políticos los partidos democráticos deben ser inflexibles y mantenerlos fuera de sus listas electorales o de las alianzas para el ejercicio de cualquier clase de gobierno”. Y refieren las palabras de Angela Merker: “Un liderazgo valiente debe poner la democracia y al país por delante del partido y explicar al electorado lo que está en juego”.

- Las constituciones no garantizan la democracia. No hay constituciones perfectas. Tienen defectos, lagunas, ambigüedades, ausencias. Sin embargo, no pueden ser usados estos defectos para no cumplir con su propósito y espíritu para no cumplir con la ley.

- Tolerancia y contención institucional. “Hay dos reglas claves para que una democracia funcione y no se vea amenazada: la tolerancia mutua y la contención institucional. Por la primera se debe aceptar que el rival político tiene derecho a competir por el poder y a gobernar, es necesario aceptarlo como un adversario legítimo; considerar que es tan patriótico como nosotros y que cumple la ley igual que nosotros. Es necesario “acordar no estar de acuerdo”. El rival no es el enemigo. La contención hace referencia a respetar el espíritu de la ley y no sólo su letra. Tener conciencia de que la ley democrática no puede ser un impedimento para el funcionamiento de la división de poderes y el juego equilibrado de los mismos”.

La democracia es un sistema de gobierno perfectible, mejorable, con defectos y desafíos frente a una compleja realidad cambiante, líquida y demandante. Pero es el mejor sistema creado por el hombre a la fecha. El problema es que algunos actores políticos ven en sus defectos las oportunidades, y aprovechan sus debilidades para instaurar gobiernos autoritarios. Este es un reto que enfrentaremos los ciudadanos día a día, pero de ello dependerá tener un mejor futuro más justo, incluyente y estable.