México rezagado en uso de pagos digitales comparado con Brasil: estudio

A pesar de contar con similitudes en la forma de llevar sus sistemas de pago, Brasil ha superado a México con el uso de sistemas de cobro digital como lo es CoDi.

Un estudio llevado a cabo por NTT DATA y la firma Nader Hayaux & Goebel reveló que México se encuentra rezagado en el uso de pagos y cobros digitales en comparación con Brasil. A pesar de contar con un sistema similar desarrollado por el Banco de México (Banxico) llamado CoDi, su adopción por parte de la población mexicana es significativamente menor que el sistema brasileño, conocido como Pix.

El sistema CoDi fue lanzado a finales de 2019 con el objetivo de facilitar las transacciones de pago y cobro a través de dispositivos móviles. En contraste, Pix inició sus operaciones a finales de 2020 en Brasil.

Según la investigación, en Brasil Pix ha sido utilizado por el 47% de sus habitantes, mientras que en México CoDi solo ha sido empleado al menos una vez por el 1% de la población. Esto indica una brecha considerable en la adopción de estos sistemas de pago digitales entre ambos países.

La investigación también revela que en México, CoDi ha sido habilitado por 86 entidades, la mayoría de ellas pertenecientes al sector financiero. En cambio, en Brasil el sistema Pix ha sido incluido por 760 entidades de diversos sectores, lo cual demuestra una mayor cobertura y aceptación.

Un factor importante que explica esta diferencia en la adopción de pagos digitales es el alto uso de efectivo en ambos países. En México, el 86% de las transacciones se realizan en efectivo, mientras que en Brasil esta cifra llega al 74%. La falta de bancarización y el bajo nivel de penetración de los servicios financieros en la población bancarizada son otros factores determinantes.

Los expertos señalan que no se trata simplemente de una falta de necesidad de estas plataformas, ya que en México alternativas como Mercado Pago y PayPal están ganando cada vez más popularidad para pagos y transacciones entre personas. Sin embargo, destacan que es necesario incentivar a los usuarios de efectivo para que den el salto a estas alternativas.

La investigación sugiere que se deben implementar incentivos tanto para los usuarios como para las instituciones financieras. En Brasil, por ejemplo, se han ofrecido importantes incentivos para fomentar la formalización de la economía del efectivo y programas de asistencia que han impulsado la bancarización en segmentos desatendidos.

Además, se destaca que el efectivo tiene ventajas como su simplicidad y la falta de necesidad de infraestructura y telecomunicaciones, lo que lo hace intuitivo y de fácil acceso. Por lo tanto, para competir con el efectivo, no basta con ofrecer facilidad y confiabilidad en los datos, sino que se requiere un enfoque más amplio y estratégico para incentivar a los usuarios a adoptar otras alternativas de pago.

En resumen, México se encuentra rezagado en comparación con Brasil en cuanto al uso de pagos digitales. La falta de bancarización, el alto uso de efectivo y la necesidad de incentivos tanto para los usuarios como para las instituciones financieras son los principales desafíos a los que se enfrenta México en su camino hacia una mayor adopción de pagos digitales.