A pesar de una vida llena de sufrimiento, Lizabeth sigue luchando por salir adelante
Lizabeth Almeida sufrió maltrato por parte de su padre, fue violada por su abuelo y tuvo un esposo maltratador. Por si eso no fuera suficiente, ahora se encuentra luchando contra el cáncer y otras enfermedades que le impiden trabajar y vivir dignamente, es por eso que solicita la ayuda de la ciudadanía.
HERMOSILLO, SON.- “Sufrí violación por parte de mi abuelo cuando tenía 5 años, a causa de eso mis piernas se debilitaron y me salieron unas bolas duras en cada una”, comentó Lizabeth Almeida, quien cuenta su dolora historia.
La señora Lizabeth Almeida tuvo una vida muy difícil, sufrió maltrato por parte de su padre; cuando era pequeña su abuelo abusó sexualmente de ella; y su esposo la maltrató, humilló y agredió sexualmente.
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“Para buscar una salida rápida de tanto dolor me corté las venas, en ese momento le pedí a Dios que me diera una razón para vivir, entonces mi vientre comenzó a moverse y me di cuenta de que alguien crecía dentro de mí, después até mis manos, pedí perdón a Dios y jamás lo volví a intentar, después de esa noticia agarré fuerzas y decidí cambiar mi vida”, explicó.
Estudió para educadora en el CINAFE y trabajó en una escuela en San Luis Río Colorado
Diagnosticada con cáncer
Además de su dolora vida, fue diagnosticada con cáncer de mama que se le pasó a los huesos. Además contrajo otras enfermedades como: lupus eritematoso, diabetes tipo 2, problema en el corazón, hipertensión arterial, fibromialgia, paniculitis lúpica en ambas piernas y partes del cuerpo. Por si fuera poco, hace unos días le descubrieron daño en un riñón.
“A pesar de que a veces me siento mal, recuerdo que esto no es nada comparado con lo que viví, siento que soy una mujer muy fuerte”, afirmó Lizabeth.
La señora, originaria de Empalme, Sonora, y su pareja José Luis, piden el apoyo de la comunidad para poder vivir dignamente, ya que por sus enfermedades no han podido encontrar un trabajo estable.
“Para vivir vendo ropa y cosas que me regalan. Estamos viviendo en un terreno campestre, es un pedazo de tierra que nos regalaron, nos prestaron una carpita y unas lonas para levantar nuestra casita, y un vecino nos prestó un Rotoplas que la pipa llena una vez al mes”, explicó.
Por lo tanto, pide apoyo de la comunidad para poder conseguir ropa, calzado, alimento, trastes, muebles y material de construcción, “todo lo que puedan darnos es bienvenido”, declaró Lizabeth. Para mayor información se pueden comunicar al teléfono 631 135 4711.