Como si les hubiera pasado por encima un tráiler burocrático…
COMO si les hubiera pasado por encima un tráiler burocrático, así se sienten varios empresarios del autotransporte con las 671 pipas que compró la administración de Andrés Manuel López Obrador.
ASEGURAN que para ponerlas en marcha sólo hay dos caminos: esperar mucho más de lo que se dice oficialmente... o que el Gobierno atropelle de nuevo la ley.
Todo es cosa de hacer cuentas y no cuentos.
SE DESCARTÓ comprar los carros tanque en México, que porque no los entregaban de inmediato.
Y se adquirieron en Nueva York con la promesa de que en febrero llegarían las primeras 50 pipas.
Peeero una cosa es tener los vehículos y otra, muy diferente, ponerlos a trabajar.
A LOS SOCIOS de la Canacar, por ejemplo, les toma entre 45 y 60 días ver rodar una pipa, debido a los múltiples trámites: emplacar el vehículo, sacar el registro de la Comisión Reguladora de Energía (que puede tardar hasta ¡90 días!); obtener el visto bueno de la ASEA; darlo de alta en Pemex y certificar la calibración volumétrica.
SI EL GOBIERNO dice que sus pipas comenzarán a operar de inmediato será porque o no cumplieron con todos los requisitos legales... o, como en los viejos tiempos, los asuntos oficiales pasaron por encima de los ciudadanos que sí tienen que cumplir con toda la tramitadera.
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EL QUE ya quiere carnaval y no temporal es el gobernador Cuitláhuac García, pues no sale de una bronca cuando ya se encontró en los cajones otra que le dejaron sus antecesores.
ENTRE las herencias de Javier Duarte está un adeudo por mil 468 millones de pesos con unos 80 municipios, los cuales llevaron el asunto hasta la Suprema Corte y ésta falló a su favor.
AHORA el gobierno morenista está obligado a pagar, pero el detalle está en que los cercanos a Miguel Ángel Yunes dicen que dejaron ese dinero contemplado en el presupuesto de este año, pero los colaboradores de García aseguran que nomás no tienen ni un peso.
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NO SE lo digan a nadie, pero Alberto Ortiz Bolaños nomás no cumple los requisitos para encabezar el Infonacot, posición que ocupa desde el 7 de diciembre.
Y ES QUE, de acuerdo con el artículo 27 de la ley de dicho instituto, el director general debe contar con una experiencia mínima de cinco años “en puestos de alto nivel decisorio en materia financiera dentro del sistema financiero mexicano”.
Y SI BIEN Ortiz Bolaños tiene un amplio y reconocido currículum académico, en su historial nomás no aparecen esos cinco años dentro del sistema financiero.
De ahí que el gobierno estaría pensando en llevarlo con el sastre de Paco Ignacio Taibo II, para que también le haga un traje legal a la medida.
