¿Cómo está eso de que el gobierno de AMLO está proponiendo que haya educación militar?

Y no, no es ningún chisme de alguno de sus críticos, sino la iniciativa de reforma educativa que fue entregada al Congreso.

ENTRE las muchas modificaciones constitucionales que plantea el documento, en el artículo 31, fracción primera, se dice que es obligación de los mexicanos “que sus hijos o pupilos concurran a las escuelas, para recibir la educación obligatoria y en su caso, reciban la militar, en los términos que establezca la ley”.

¡Militar!

SERÍA BUENO que alguien en la SEP que encabeza Esteban Moctezuma explicara de qué se trata esto de darle educación militar a los niños.

A menos, claro, que salgan con que fue oootro error de interpretación, que alguien se equivocó en una palabra y que aquí no pasa nada.

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POR LA CULATA le salió el tiro a Napoleón Gómez Urrutia al promover el ilegal paro en tres siderúrgicas de Matamoros.

La tirada era exigir alzas salariales y prestaciones superiores, incluso, a las que otros grupos en paro venían pidiendo en esa ciudad fronteriza.

PERO ante las irreales demandas salariales, las siderúrgicas de plano anunciaron el cierre definitivo y el despido de sus 400 trabajadores.

Así que Gómez Urrutia se quedó como el perro de las dos tortas: sin alza salarial y sin afiliados.

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LA CEREMONIA por el aniversario de la expropiación petrolera se prevé que esté tensa, de entrada, porque las decisiones del actual gobierno sobre Pemex no han provocado el entusiasmo de los analistas internacionales.

Y la perspectiva sobre la empresa es tan negra como el chapopote.

A ESO se suma que, como será en la refinería de Tula, al lado del Presidente estará el gobernador Omar Fayad, que trae pleito casado con la mayoría de Morena en el Congreso hidalguense.

De hecho, ya hasta lo acusaron de que se quiere “carrancear” 750 millones de pesos.

Y, ADEMÁS, todo esto ocurrirá a sólo 17 kilómetros del lugar de la tragedia en Tlahuelilpan.

Sin duda habrá que poner atención.

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ALLÁ en Veracruz están haciendo cera y pabilo con el alcalde jarocho Fernando Yunes, pues en medio de la ola de violencia que vive la ciudad... ¡salió corriendo!

El panista se fue muy contento a correr el medio maratón de Nueva York, mientras sus gobernados andan corriendo, pero de las balaceras.