Revocación: primer strike, al Presidente le fallan sus operadores

Revocación: primer strike, al Presidente le fallan sus operadores, escribe @SGarciaSoto en #SerpientesYEscaleras.

Ni la orden directa y fulminante del Presidente, ni el esfuerzo de sus operadores políticos que resultó deficiente, pudieron lograr que ayer se cumpliera la voluntad presidencial de que la Comisión Permanente aprobara la convocatoria a un periodo extraordinario de sesiones en el Senado y la Cámara de Diputados para discutir la Ley de Revocación de Mandato antes de que termine la actual Legislatura y comience el nuevo periodo ordinario de sesiones.

La estrategia de presionar al Poder Legislativo para que acelere la convocatoria para aprobar esa iniciativa antes del 1 de septiembre, le resultó contraproducente a López Obrador que, por un lado, no pudo hacer que todos sus aliados, especialmente los del PT, le dieran los votos suficientes para tener mayoría calificada, y por el otro, al haber mandado a su secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, a operar como “único conducto del gobierno con los legisladores”, desplazando incluso al operador real y efectivo en el Congreso, que es Ricardo Monreal, lo único que logró fue un cerrado rechazo de la oposición que decidió oponerse con todo a la orden presidencial.

Las llamadas desde Gobernación y de otras oficinas de la Presidencia a todos los coordinadores parlamentarios, tanto de la oposición como a los aliados de Morena, comenzaron a bombardear desde el mediodía del martes, luego de que el Presidente les diera a sus colaboradores la instrucción tajante de “conseguir a como diera lugar los votos”; pero claramente la estrategia les resultó contraproducente con los opositores e insuficiente con los aliados de la 4T.

En el bloque de contención, formado por PRI, PAN, PRD y MC, no les gustó la presión y la premura con la que se pretendía forzar no sólo la aprobación de la Revocación de mandato, sino la inclusión de dos temas más en el extraordinario, de dos iniciativas cuyo contenido ni siquiera conocían las bancadas opositoras: la Ley de Juicio Político y Declaración de Procedencia, y una Ley Orgánica de la Armada de México.

Y si con la oposición la estrategia de presión fue errática, los de casa también le fallaron al Presidente. A pesar de la reunión que ayer sostuvo la secretaria Sánchez Cordero con los diputados y senadores de Morena, PT, PES y PVEM que forman parte de la Comisión Permanente, al final los oficios no alcanzaron para que se reuniera el 66% de los votos que la 4T necesitaba para convocar a un periodo extraordinario. Un solo voto, el del senador del PT por Colima, Joel Padilla Peña, le faltó al bloque morenista que se quedó con 23 votos a favor del periodo, frente a 12 en contra del bloque opositor, lo que impidió que se alcanzara la mayoría calificada de tres cuartas partes de los integrantes de la Comisión Permanente. El senador petista no se presentó a la sesión y eso terminó favoreciendo a la oposición que frenó la convocatoria.

Así que al Presidente le fallaron tres cosas: primero, su decisión de sacar a Ricardo Monreal de la operación de sus iniciativas prioritarias, para meter a operarlas a colaboradores como Sánchez Cordero, Julio Scherer y Lázaro Cárdenas, que no pudieron cumplirle al Presidente y erraron en su estrategia; segundo, le falló su menosprecio por una oposición que, si bien hoy no tiene mayoría ni la tendrá en la próxima Legislatura, ya no está dispuesta a dejarse ningunear y a que les metan presión para aprobar algo que no le urge al país, sino solo al Presidente; y tercero, también le fallaron, otra vez, sus “aliados” del PT que le escatimaron un voto que impidió el extraordinario.

Al Presidente le faltan operadores efectivos y le sobran aliados, como los del Partido del Trabajo, que le venden muy caro su amor, pero le escatiman los votos en los temas importantes, en los que los petistas cuando no se ausentan, votan en contra… Los dados mandan Escalera doble. Bueno el tiro.