Noviembre de tensiones

"Noviembre de tensiones", escribe Marco A. Paz Pellat en #ElPoderdelasIdeas

Noviembre mostró a un país bajo presiones simultáneas en todos los frentes. Fue un mes marcado por asesinatos políticos, protestas sociales, bloqueos productivos, escándalos institucionales, tensiones entre la federación y los estados, y movimientos inesperados en el gabinete federal. No fueron hechos aislados, sino una secuencia que evidenció una probable crisis que puede estar atravesando México.

El asesinato de Carlos Manzo, presidente municipal de Uruapan y figura que enfrentó al crimen organizado, volvió a mostrar la persistente violencia política contra quienes buscan representar a sus comunidades. Su muerte confirma que la seguridad electoral sigue siendo una deuda grave del Estado.

En paralelo, la marcha de la Generación Z tomó las calles en diversas ciudades. El debate se centró en si participaron sólo jóvenes o si se sumaron otros grupos. Sin embargo, lo importante fue el mensaje: miles de jóvenes expresaron hartazgo frente a la violencia, la precariedad, la corrupción y la falta de oportunidades. Lo relevante no fue quién marchó, sino qué demandaron: una ciudadanía nueva, crítica de los partidos, que exige ser escuchada sin manipulación.

Al mismo tiempo, transportistas y agricultores bloquearon carreteras estratégicas en protesta por altos costos operativos, inseguridad carretera y regulaciones inviables. Estas acciones reflejaron la presión acumulada en sectores que sostienen la economía diaria y que sienten que la Federación ha ignorado sus necesidades durante años.

En el ámbito institucional, la renuncia del Fiscal General de la República reveló un sistema de procuración de justicia debilitado y con fuertes tensiones internas. A ello se sumó el escándalo internacional que involucró al propietario del certamen Miss Universo, acusado de delitos financieros y vinculado a presuntas intervenciones indebidas de la Fiscalía. El caso profundizó la preocupación sobre la autonomía institucional.

Además, la solicitud de separación temporal del Secretario de Relaciones Exteriores, responsable de la política exterior, se da en un momento especialmente delicado. Su salida temporal añadió incertidumbre al clima político.

Durante el mes también se intensificaron las fricciones entre gobernadores y la Federación por temas de seguridad, recursos, agua y decisiones regulatorias. Estas diferencias exhibieron la falta de coordinación intergubernamental justo cuando el país requiere mayor claridad y eficacia. Y, para cerrar el mes, la reaparición pública del expresidente López Obrador generó nuevas suspicacias en un ambiente ya tenso.

México termina noviembre con tres lecciones claras: la sociedad está desbordando los canales tradicionales y exige respuestas reales; la política necesita menos espectáculo y más responsabilidad; y la justicia requiere una reconstrucción profunda.

Noviembre fue incómodo y revelador. Mostró fracturas, pero también una ciudadanía que no piensa callar. Convertir este mes en un punto de inflexión depende ahora de las instituciones.