Política migratoria en tiempos del Covid-19

La autora es coordinadora del Seminario Niñez Migrante de El Colegio de Sonora.

Las violaciones a los derechos humanos y las condiciones de vulnerabilidad que atraviesan los migrantes en tránsito, refugio y en espera en asilo no son nuevas, existían antes del Covid-19.

El grupo más vulnerable son las mujeres y los niños, niñas y adolescentes.

La contingencia sanitaria desnuda aún más una política migratoria fallida, no preparada para incluir a los migrantes en las políticas de acceso a la salud, información, protección y bienestar independientemente de su condición migratoria.

El Artículo 28 de la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares establece que todos los trabajadores migrantes y sus familias, independientemente de su condición migratoria, tienen el derecho de recibir cualquier tipo de atención médica en condiciones de igualdad de trato con los connacionales; el informe de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) sobre los Derechos Humanos de la Niñez Migrante establece el derecho de todos los niños, niñas y adolescentes migrantes a tener acceso a la salud.

Estas normas internacionales no deben de ser omitidas por las autoridades locales, estatales y federales pues el ignorarlas no los exime de su responsabilidad en salvaguardar a la población migrante.

Con el Covid-19 los migrantes que están en centros de detención y albergues se encuentran en una situación muy crítica pues se desconoce si se está aplicando el debido protocolo de salud, y el cuidado a los migrantes de la tercera edad y con enfermedades crónicas.

Preguntas como:

¿Es posible aplicar Susana Distancia en albergues y centros de detención saturados?

¿Cómo lo resuelven?

Por otra parte, hay albergues que ya no reciben a más migrantes para evitar contagios.

Ello pone en riesgo mayor a los migrantes en tránsito y a los que están siendo soltados por el Instituto Nacional de Migración en la frontera sur ya que, aun queriendo regresar a su país de origen, no podrán por el cierre de la frontera con Guatemala debido a la contingencia.

El gobierno mexicano continúa aceptando acuerdos con Estados Unidos que violan leyes internacionales como las de refugio a las que tienen acceso los migrantes centroamericanos que están siendo deportados diariamente desde Estados Unidos y no tuvieron oportunidad de solicitar refugio.

“Sólo 100 diarios vamos a aceptar”, dijo el Canciller Marcelo Ebrard, sin embargo, no presentó un plan integral de cómo se garantizará la salud e integridad de estas personas en México.

“Se buscará acomodo legal”, dijo Ebrard, pero hasta la fecha no sabemos nada. Desde el 20 de marzo se han deportado 10 mil migrantes centroamericanos de manera exprés a México ¿en dónde están? ¿Dónde pernoctan? ¿Vienen sanos? ¿Se pueden lavar las manos? ¿Qué comen?

Los migrantes fueron entregados a las autoridades y abandonados en México sin conocer a nadie, viviendo debajo de los puentes, y pidiendo dinero para comer, no contagiarse por el Covid-19 es el menor de sus problemas.

Estos 10 mil migrantes que se han devuelto a México, número que irá aumentando diariamente, se le suman los 60 mil migrantes solicitantes de asilo a Estados Unidos que están en la espera de su trámite en municipios fronterizos mexicanos y que en el 2019 el Gobierno aceptó esperaran en territorio mexicano.

El trámite ha parado por la contingencia.

¿Quién les avisará la reanudación del trámite y las nuevas fechas?

Son más preguntas que respuestas.

La autora es coordinadora del Seminario Niñez Migrante de El Colegio de Sonora.

gvaldez@colson.edu.mx