México lindo y querido

“Ahora es tiempo de pensar y ser pacientes, confiar más en la gente, ayudar a los demás.

Mientras tanto otros cuidan a los pacientes, un puñado de valientes, que hoy tampoco dormirán”

Es uno de los versos de la canción “Volveremos a brindar”, de Lucía Gil, la cual busca reconocer la labor que realiza el personal del sector salud en España, durante la emergencia ocasionada por el coronavirus Covid-19.

En Italia, al medio día la comunidad abre sus ventanas para aplaudir al personal del sector sanitario; China recibió a los médicos que regresan a sus casas luego de trabajar directamente frente al brote como héroes, colocando mensajes de agradecimiento en las 50 mil pantallas que se encuentran en las principales ciudades. La reina Isabel II agradeció el "compromiso desinteresado y la diligencia" del personal sanitario en Reino Unido, en un mensaje en cadena nacional.

Y como éste, vemos miles de muestras de agradecimiento a médicos, enfermeras, personal administrativo y de apoyo, que durante esta pandemia, se encuentra en la línea de batalla. Hoy más que nunca, el personal de salud merece todo nuestro reconocimiento y apoyo: son ellos quienes hacen todo lo posible por salvar vidas, jugándose la vida propia.

En México, tristemente no lo hemos entendido así, a pesar de ser un país que presume de la solidaridad de sus habitantes. Quienes vivimos aquí, somos los que nos unimos para responder a la emergencia tras el temblor de septiembre de 2017, los que tomamos en nuestras manos la solución de problemáticas sociales y damos vida a comedores comunitarios, a colectivos que defienden los territorios y los que donamos de manera directa en cada esquina “un pesito” para ayudar a alguien.

En el país de la solidaridad, médicos, enfermeras y personal del sector salud sale a las calles con miedo, y no precisamente al coronavirus. En Jalisco, es recurrente que médicos y enfermeras reciban agresiones físicas y verbales, e incluso han sido rociados con cloro; en el Estado de Morelos, pobladores de una comunidad amenazaron con quemar un hospital si se recibían pacientes de coronavirus; en nuestro estado, personal de enfermería ya ha difundido en redes que están siendo víctimas de agresión.

Al parecer, tenemos un sector de la población que considera que para evitar contagiarse, necesita atacar a personal médico o de enfermería. El trato que están recibiendo parece sacado de una comedia: Por un lado, tienen que lidiar con miles de carencias que no sólo les dificulta su trabajo, sino que los expone a un alto riesgo de contagio; por el otro lado, la comunidad de mexicanos que no les hace para nada la vida fácil en sus trayectos de traslado hospital-hogar-hospital.

Afortunadamente, en el México donde reina la desigualdad, también contamos con un grupo de ciudadanos comprometidos que han asumido el reto de brindar protección al personal de salud como propio y han empezado a hacer donaciones de materiales e incluso a construir caretas de protección y equipo con recursos de particulares. Todo mi reconocimiento a este sector que nos hace ver que este país no ha perdido del todo la cordura.

Desde aquí la invitación a hacer una reflexión profunda en este tema. Acabamos de entrar a fase 2, todavía nos falta mucho por recorrer en esta historia, de la que sin duda no podremos salir adelante sin el trabajo heroico de nuestro personal de salud. Es momento de agradecer a todos aquellos que cuidarán de nosotros, que tendrán largas y cansadas jornadas de trabajo, que saldrán todos los días exponiéndose a ellos y sus familias, y que lidiarán con el estrés postraumático de la tragedia. Gracias al personal de enfermería, médico, administrativo y de apoyo que las próximas semanas arriesgarán todo por nosotros en los diferentes hospitales del estado. Para ustedes todo el reconocimiento y gratitud del lado cuerdo de la población.

La autora es profesora de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey Campus Sonora Norte y Directora de Agrupación George Papanicolaou Hermosillo.

@PaulaTakashima