"No voy a tolerar que anden hablando del equipo": Pereyra

HERMOSILLO, SON.- Después de llevar a los Cimarrones de Sonora a ganar por primera vez un duelo de eliminatoria en la Liga de Expansión MX, el técnico Gabriel Pereyra calificó de traumática a esta etapa de repechaje que tanto le ha dolido a su equipo en torneos pasados.

En un partido intenso y disputado ante Venados de Yucatán, los Cimarrones se vieron dos veces abajo en el marcador, despertando los viejos fantasmas conocidos en esta etapa, pero después de igualar el marcador a 2 goles por bando el equipo de Pereyra logró definirlo a su favor en instancia de penales.

El técnico rectificó su confianza hacia sus pupilos que trataron de llevar el ritmo del partido, aunque por momentos no pudieron ajustarse a los cortes defensivos de un rival que se dedicó a ensuciar el encuentro, lo que provocó algunos conatos de bronca.

“Es normal, yo creo que es parte del juego. No nos gusta, sé que han estado hablando incluso de mi participación. Yo lo único que debo decir es que desde que inicié de entrenador nunca me han expulsado, incluso hay algunos jugadores de Venados que me conocen y saben bien de mi conducta, pero no voy a tolerar que anden hablando del equipo”, se excusó Pereyra.

El estratega argentino aprovechó para rectificar su apoyo a los árbitros que a su criterio hicieron un buen trabajo, a pesar de estar en una etapa de mucho nerviosismo. Señaló que los jugadores de Venados trataron de sacar ventaja ganando tiempo y no jugando al fútbol. Aun así, reconoció que el rival lo sorprendió y por momentos lució mejor que ellos.

“Yo creo que el número doce de la clasificación te tendría que venir a ganar aquí, porque si no se presta para esto, para mucha demora, para mucha artimaña, tratar de parar todo el tiempo el juego, tratar de buscar un empate e ir a los penales. Nosotros en todo momento tratamos de jugar, pero por momentos perdimos esa solidez”.  

Respecto al mensaje que le dio el “profe” al portero Gabino Espinoza previo a la tanda de penales, en los que terminaría atajando dos disparos, fue el de que se encontraba en su casa, en su portería y de que era su noche. Dijo sentirse orgulloso de tener al mejor portero del torneo y que contribuyó a que el resto del equipo ganara mucha motivación.

“Quiero felicitarlos a ellos porque hoy realmente jugaron con el corazón en la mano, algo que les pido siempre, y tuvieron muchos productos de gallina”, concluyó sonriente Pereyra.