'Ronnie' Camacho, un guante de oro

El Salón de la Fama del Beisbol Mexicano reconoció al “Ropero de Empalme” por su carrera.

El inmortal del beisbol, el jonronero Ronaldo “Ronnie” Camacho, fue homenajeado y recibió el trofeo Guante de Oro”, otorgado por el Salón de la Fama del Beisbol Mexicano.

El empalmense de 86 años de edad es el número uno entre todos los inicialistas de la pelota mexicana, encabeza con el porcentaje de 0.92 en fildeo, convirtiéndose en el mejor primera base de todos los tiempos.

Al recibir su reconocimiento, de manos De Francisco Padilla Dávila, director del Salón de la Fama del Beisbol Mexicano, ubicado en Monterrey, el expelotero no pudo contener las lágrimas al recordar todo el camino que recorrió en los diamantes.

Su carrera en la pelota profesional inició en 1953, en sucursales de los Cardenales de San Luis, cuando apenas tenía 17 años de edad. Fue hasta 1956 cuando inició su andar por el circuito mexicano, con los Tecolotes de Nuevo Laredo, el manager Cheo Ramos, tenía definida su estrategia, pero Ronnie aún no la conocía.

"Le dije, señor Ramos, ¿Dónde jugaré? Soy segunda base y ahí está Moi Camacho, en tercera está Carmona, en el Short está Pablo Bernal y tiene cuatro primeras bases, y me dijo, no te preocupes, usted va a ser nuestra primera base", compartió.

En modo de sarcasmo, Ramos pidió que se comprara al beisbolista el guante más grande que había para que no se le fuera ninguna pelota. Después de su iniciación, el jonronero no dejó la primera base hasta que llegó a los Leones de Yucatán, en 1970, ya con 35 años de edad.

"Valió la pena porque me sujete a muchos momentos amargos, donde el público me ofendía porque no bateaba, no fildeaba y me gritaban que estaba viejo", señaló.

El "Ropero de Empalme" recordó un encuentro contra los Sultanes de Monterrey, cuando un pitcher puertorriqueño ya había ponchado a 14 jugadores, y Ronnie estaba al frente en la caja de bateo, recibiendo insultos de todo el graderío, pero con un batazo lo cambió todo.

"El pitcher ya me traía por la calle de la amargura, llegué y decidí el juego con un jonrón, ¡Ganamos! y al correr las bases el Tony Castaño que estaba de coach en tercera me abrazó y me llevó corriendo hasta home porque habíamos ganado y me dijo ‘Míralos, te están aplaudiendo, están de pie, así son estos, hace rato eras el peor del mundo y mira ahora, te están aplaudiendo’ ", compartió.

El dirigente del Salón de la Fama reconoció el honor que era entregarle el galardón a un jugador como Camacho Durán, el mejor fildeador de la Liga Mexicana, uno de los máximos ídolos de la pelota en el país.