El sastrecillo de Palacio, el gigante del norte y el ogro del sur

El sastrecillo de Palacio, el gigante del norte y el ogro del sur, escribe Salvador García Soto en #SerpientesYEscaleras

Como en la fábula de los hermanos Grimm, donde un sastre que había matado siete moscas se hace bordar en el cinturón la leyenda "Siete de un golpe" y eso hace que su fama crezca tanto que se envalentona y empieza a desafiar a los gigantes más con ingenio que con fuerza, así el Presidente de México ha comenzado a pregonar el discurso de que él puede ser el nuevo líder de Latinoamérica y el Caribe, que puede organizar y defender a los países de la región frente a las presiones y embargos del gigante imperialista.

Si ya el discurso de Andrés Manuel López Obrador, en pleno día de la Independencia de México y con la presencia del presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, fue interpretado por analistas como una "abierta provocación hacia los Estados Unidos", no tanto porque le haya pedido al presidente Joe Biden levantar el embargo económico a la isla cubana, porque eso es algo que han hecho todos los gobiernos de México cada año en las últimas décadas, incluidos todos los "neoliberales" del PRI, ahora, la presencia de Nicolás Maduro en México, para asistir a la VI Cumbre de la CELAC que se realiza hoy, y que fue confirmada anoche de último momento cuando se decidió que vendría el Presidente de Venezuela representando a su país y no la vicepresidenta Delcy Rodríguez, convierte al foro regional convocado por México en un elemento de tensión que, indudablemente, será seguido con atención y con tensión por Washington.

Como si no existiera la posición estadounidense, europea y de 25 países más que han acusado al Presidente de Cuba y continuador del régimen de los hermanos Castro de haber reprimido brutalmente y haber violado los derechos humanos de los cubanos que protestaron contra el régimen el pasado 11 de julio, Andrés Manuel se desvivió en elogios y adjetivos para Díaz-Canel. El foro que utilizó el Presidente para presumir su apoyo y acercamiento a Díaz-Canel y al régimen cubano, fue totalmente inapropiado.

Éramos muchos y parió Maduro

Y si ya la presencia de Díaz-Canel y el tema de Cuba en el discurso de la Independencia parecía un acto de provocación y desaire, no sólo a Washington sino a los mismos militares mexicanos que se matan por meses para preparar el desfile para que su esfuerzo pasara a segundo plano por la presencia del Presidente cubano, anoche de plano la cancillería mexicana empezó a arder con las noticias que llegaban desde el cono sur: Nicolás Maduro había abordado el avión que lo traería a México.

La presencia de Maduro le mete sin duda un ingrediente de presión y desafío a la Cumbre latinoamericana convocada por el gobierno de López Obrador, que ya había llamado la atención de Washington al filtrarse la versión de que uno de los temas a discutir por los casi 30 países asistentes era la "transformación radical de la OEA" que podría llevar a decretar la desaparición de ese organismo de la ONU para dar paso a un nuevo mecanismo multilateral en la América Latina, que estuviera fuera del control de los Estados Unidos y que, en palabras del subsecretario Maximiliano Reyes de la cancillería, "no estuviera tan a la derecha como hoy está la OEA de Almagro, y se moviera más hacia la izquierda".

Habrá que ver ahora qué sucede tras la fotografía en la que aparezca el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador con Nicolás Maduro a su izquierda y Díaz-Canel a la derecha.

En el cuento de los hermanos Grimm, el sastrecillo valiente lograba engañar a reyes, gigantes y cíclopes con su ingenio, mientras les hacía creer que la leyenda "Siete de un solo golpe" se refería a haber matado a humanos, bestias y ogros, y no a siete moscas que mató en su taller. Veremos si el sastrecillo de Palacio también logra ganarle con su astucia al gigante del norte mientras camina con el ogro del sur y el troll caribeño… Los dados mandan Serpiente Doble. Semana de altibajos.