El desafío de Gertz no tiene destino

El desafío de Gertz no tiene destino, escribe Carlos Marín en #ElAsaltoALaRazón.

Por lógica que sea la afirmación del fiscal General de la República de que la DEA inculpó tan a “lo wey” al general Cienfuegos que ningún tribunal hubiera concedido una sentencia, y que ésta es la razón del insólito desistimiento gringo y la consecuente repatriación para que México le hiciera el trabajo sucio, todo indica que Alejandro Gertz se excede en sus funciones al retar a la agencia antidrogas estadounidense a litigar las respectivas investigaciones y conclusiones.

Catedrático ejemplar en la Facultad de Derecho de la UNAM y ex subprocurador general de la República, el abogado Everardo Moreno me dejó claro ayer (El asalto… en Milenio tv) que jamás habrá un duelo judicial de tal naturaleza.

Son dos los recursos legales que, como remota posibilidad, permite la decisión de no ejercer acción penal por narcotráfico en contra el divisionario: a) que una persona física o moral recurra al amparo de la justicia federal, lo cual solo tiene sentido si el demandante puede alegar que se le afectó; y b) que se levante una denuncia formal contra la FGR por el probable incumplimiento de sus obligaciones en la procuración de justicia.

Lo primero es impensable y lo segundo estaría condenado a fracasar. ¿La DEA lo intentaría? ¿El Departamento de Justicia estadounidense? Desde luego no, porque sería de locos que se atuvieran a la misma Fiscalía que desechó sus “pruebas” y que abriría una “carpeta de investigación” contra sí misma, y que en última instancia resolvería la Suprema Corte… mexicana.

Fuera de México el escenario es peor: ¿cuál de las instituciones implicadas aquí o allá presentarían una denuncia y ante qué “autoridad”?

Para las desgreñadas entre países están dos de la ONU en La Haya (capital administrativa de los Países Bajos): la Corte Internacional de Justicia y la Permanente de Arbitraje, pero ésta segunda solo trata temas de derecho mercantil. Tienen de vecino al Tribunal Penal Internacional, que juzga a personas acusadas de cometer crímenes de agresión, guerra, genocidio y lesa humanidad, y tres otras instancias no tienen vela en el entierro en el caso Cienfuegos: la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos y el Tribunal Internacional del Derecho del Mar.

¿A qué puerta llamaría la Fiscalía mexicana para darle congruencia a la baladronada de su titular?

Inimaginable que en alguna toquen el timbre la DEA o el Departamento de Justicia.

De lo dicho por Gertz (y únicamente porque él hizo la alusión), lo más que puede hacer es levantar una queja formal ante el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, pero no entiendo para qué cuando, supongo, ni siquiera lo haría el principal afectado del indignante sainete, el general Cienfuegos.

Con razones explicables, el fiscal debe “enfriarse” y reconocer que se excedió al mostrarse pendenciero y desafiante.

Le sugiero que mejor mire hacia el interior de su institución: en el área del caso Iguala y “Los 43” está fabricándose una perversidad mucho más atroz que la cometida por la DEA…