Ciudadanos decepcionados de sus políticos

El autor es Director de Humanidades del Tecnológico de Monterrey

El próximo 6 de junio se renovarán algunas gubernaturas, diputados federales, alcaldías y congresos locales. Las autoridades electorales la califican como la elección más grande que vivirá en México en una elección intermedia.

Algunos analistas perciben un crecimiento en la decepción y molestia ciudadana sobre la clase política mexicana. Señalan la preocupación sobre el deterioro económico de los bolsillos de las

familias mexicanas, la inseguridad en diversos puntos del país y la creciente corrupción en el sistema político.

Es decir, los ciudadanos mexicanos están cuestionando cada día más los pobres resultados de la clase política en los tres niveles de gobierno. No hay semana en la que no sean dados a conocer actos de corrupción, escándalos personales, conflictos de interés, tráfico de influencias, comentarios inadecuados o pésimos números de los políticos mexicanos con impacto nacional o internacional.

Le comparto algunos datos: Solamente 5% de los delitos denunciados obtiene sentencias condenatorias. Ocupamos el lugar  135 en el Índice Mundial de Percepción de la Corrupción y el 125 en  el Índice sobre Desvío de Recursos Públicos, según el Foro Económico Mundial.

Tenemos más de 80 millones de mexicanos que viven algún tipo de pobreza. Somos líderes en desigualdad social entre los países de la OCDE. Siete de cada diez mexicanos se sienten inseguros,

de acuerdo a la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana.

Mantenemos los menores niveles en cuanto al respeto a los derechos humanos, en comparación con los  países de la OCDE. Según detectó el Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza

(ITLP), elaborado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (2017), 41% de la población no puede adquirir la canasta básica con los ingresos laborales de su hogar.

Asimismo  el ITLP señala que si el salario mínimo no alcanza para una canasta básica diaria mucho menos logra costear la “canasta básica amplia”, que incluye transporte público, limpieza y cuidados de la casa, cuidados personales, educación, prendas de vestir, cuidados a la salud y artículos de esparcimiento.

Para conseguir esto hay que ganar más de cinco salarios mínimos. ¿Cómo ve los resultados de los políticos mexicanos? Deben a la banca comercial y a sus proveedores, siguen aumentando la nómina, hacen negocios de dinero público con sus allegados, gastan cada año más en comunicación social, no rinden cuentas a los ciudadanos, aumentan el financiamiento a sus partidos políticos o invierten en obras con costos inflados y que no son prioritarias para sus comunidades.

En las próximas semanas surgirán muchas y muchas promesas de cambio para los mexicanos. Las palabras renovación, ciudadanización, futuro, esperanza, transformación, innovación, avance o  mejora estarán en los mensajes de los candidatos. ¿A cuántos mexicanos se les harán realidad estas palabras? ¿Hay razones de los analistas sobre la decepción, hartazgo y poca esperanza de los ciudadanos respecto a la clase política mexicana?

¿Estamos en realidad ante la llegada de una nueva clase política que ahora sí rendirá cuentas, disminuirá la corrupción, tomará en cuenta a los ciudadanos para la implementación de sus políticas públicas o velará primero sobre el interés de los ciudadanos que el de sus grupos políticos? ¿Nos volverá a suceder lo que ha ocurrido cada 3 y 6 años donde las promesas van y vienen y la realidad del país no mejora para la gran mayoría de los mexicanos, mientras una clase política hace y deshace con los impuestos de los ciudadanos? Usted, ¿qué piensa? @rafaelroblesf