¿Echeverría o Biebrich? La Matanza de San Ignacio Río Muerto

El autor es Escritor e Historiador Estudiante de la Escuela de Derecho de la Universidad Unilíder.

En México la XLIX Legislatura (1973-1976) de Diputados del Congreso de la Unión aprobó por mayoría ciertas reformas a la Ley Agraria de nuestro país, incrementado la presión por las demandas de tierras de nuestro país, principalmente en el noroeste de éste mismo.

Comentario, si se analiza el artículo 27 constitucional nos señala que toda propiedad terrestre y marítima comprendida dentro de nuestros límites nacionales son pertenecientes a la nación, y ésta

puede ser traspasada en forma donativao alienada a particulares,  constituyendo así la propiedad privada.

Aunado a lo anterior, ciertos grupos de campesinos del sur de nuestro Estado y del norte de Sinaloa al amparo del artículo mencionado con anterioridad solicitaron al gobierno federal encabezado por Luis Echeverría ciertas hectáreas de tierras ubicadas dentro de los parámetros del Valle del Yaqui; acusando que éstas estaban siendo acaparadas por latifundios.

Al ver la falta de atención y capacidad de resolver las necesidades de los campesinos, el grupo de agrarios decidió invadir el presidio 717 del valle bajo el reclamo de que dichas propiedades eran de su propiedad (de los campesinos) desde el año de 1957, sin embargo, la falta de disposición oficial y la tremenda ola de corrupción que azotaba a nuestro país había frenado en seco el trámite de dotación en la Secretaría de la Reforma Agraria.

Tras horas y días enteros de reuniones entre gobierno y demandantes, las negociaciones fallaban consecutivamente con los campesinos invasores, fue así que bajó presión por parte de los

propietarios titulares de dichas tierras, el gobierno del Estado al mando de Carlos Armando Biebrich ordenaron el desalojo de los predios, llevándose a cabo durante la madrugada del 23 de octubre de 1975por 200 hombres armados entre elementos de la Policía Judicial del Estado y miembros del ejército.

Cabe a resaltar que los invasores de igual forma poseían varias armas de fuego, por lo que el enfrentamiento terminó con un saldo de siete campesinos muertos y decenas de heridos por proyectil de balística.

La noticia traspasó los límites estatales, y fue rápidamente y contundentemente difundido en la mayoría de medios nacionales ejerciendo cierto grado de presión sobre el gobernador Biebrich,

orillando a éste a renunciar públicamente solamente 48 horas más tarde; 25 de octubre, sustituido por don Alejandro Carillo Marcor.

A la semana del suceso, don Luis Echeverría Álvarez envía al comisionado Félix Barra (entonces titular de la Secretaría de la Reforma Agraria) al Estado con el fin de intermediar y poner fin a los conflictos agrícolas del encantador Estado de Sonora, declarando que “serían afectados y entregados a los campesinos todos los latifundios simulados del estado”.

Concluyendo a finales de noviembre con la afectación de dos mil quinientas hectáreas del predio de Montelargo, ubicado al norte de Sinaloa, además de la dotación de más de cuatro mil

hectáreas de riego al sur de Sonora, dando origen a la fundación del Ejido de San Ignacio.

El 27 de junio de 2013, se publicó en el Boletín Oficial del Estado de Sonora la Ley No. 83, donde se declara anualmente el día 23 de octubre como Día de Luto Estatal en memoria de todos los caídos durante la matanza de San Ignacio Río Muerto.

Fuente Bibliográfica: Centro de Investigaciones Parlamentarias del Estado de Sonora.

El autor es Escritor e Historiador Estudiante de la Escuela de Derecho de la Universidad Unilíder.

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