¿No crees en el Covid-19?

A estas alturas, con más de 90 millones de casos, y cerca de 2 millones de muertes a nivel mundial, aún hay muchas personas que no creen que exista el COVID-19. Y si bien, al hablar de una situación global, pudiera parecer que en México no existe, tan sólo en nuestro país se tienen más de 1 millón y medio de casos, y más de 130 mil muertes.

¿Y sabes qué? Está bien. Es muy respetable no creer. Cada persona decide creer y no creer en muchas cosas, aun teniendo evidencias claras de lo contrario.

Pero, como en todo tipo de creencias, o no creencias, el problema comienza cuando existe intolerancia, o cuando se afecta a terceras personas. Y en este caso, aparte del riesgo de la salud, existen personas que intentan ridiculizar a quiénes sí creen.

Cabe mencionar que todas las personas hemos creído cosas que no eran ciertas y hemos dejado de creer cosas ciertas. Para no tocar temas delicados, como política o religión, mejor diré que muchas de las personas que no creen en el COVID-19, encuentran teorías complots y/o conspiracionales, e intentan ridiculizar a quienes sí creen. El detalle es que muchas de esas personas lo hacen mientras se mensajean con su ex que les promete que ya van a cambiar, ¡y a su ex sí le creen! Otras también intentan ridiculizar, mientras portan orgullosamente su camiseta del Cruz Azul o la casaca de los Naranjeros.

Obviamente estas son bromas, haciendo alusión a que muchas veces no se cree lo que se tiene evidencia, y se cree en cosas que no tienen fundamento. Como dijo Churchill: La verdad es incontrovertible, la malicia la puede atacar, la ignorancia la puede ridiculizar, pero al final, ahí está la verdad.

En lo personal, me gusta aprender de todo tipo de creencias, quedándome con lo que concuerdo, y desechando con lo que no.

Pero en el caso específico de la no creencia en el COVID-19, sí recomiendo regalarle el beneficio de la duda a la sí existencia.

Más de una persona hemos tenido casos cercanos, e incluso pérdidas, y es algo que pega tanto física, como emocional y hasta económicamente.

No te creas don Chin..ón, ni seas don Ver..as. Quizás tú no tengas problemas de salud, ni de obesidad, tal vez tengas unas defensas muy altas, y hasta te sobre el dinero. Pero no lo hagas por ti, sino por cuidar a tus personas queridas, quizás ellas no estén tan bien como tú.

Y si de plano no quieres regalarle el beneficio de la duda, está bien, se respeta, pero tampoco te conviertas en quien promueve esa ignorancia. Como nos decían antes, cuando se tenía que hacer

algo importante rápidamente: Más ayuda quien no estorba.

Finalmente, ¡qué importa si es complot! ¡Qué importa si es conspiración! Sea como sea, desgraciadamente es una realidad. Por favor, por ti, por mí y por nuestras personas queridas, ¡Deja de estorbar!