Ciberseguridad en el Gobierno y la seguridad de nuestros datos

El autor es Mecatrónico, divulgador de ciencia y tecnología en plataformas digitales. YouTube: ENTec.

Cuando hablamos de hackeo, siempre nos imaginamos a gente súper especializada capaz de ingresar en cualquier parte en cualquier momento. Podría ser, ¿sí lo es? Definitivamente no, al menos

no todo tipo de vulnerabilidad en la red. En estos meses de cuarentena muchos departamentos o secciones del Gobierno han sido víctima de ataques, y si bien son identificados por ellos mismos como Anonymous, no están para nada cerca de serlo y por este motivo es importante saber qué diablos está pasando.

Antes de seguir, quiero mencionar que cuando uno habla de ciberseguridad, realmente habla de seguridad informática, así, literal, porque a veces lo asociamos con películas americanas, la Casa Blanca y todo tipo de cosas, digo, la Casa Blanca tiene ciberseguridad de muy alto grado, pero no es exclusiva la palabra de esas situaciones.

Quiero dejar algo claro: hackear la página de Banxico (como ya lo hicieron) y llegar a los datos de las personas son cosas muy distintas, podrías tirar la página con un ataque de denegación de servicio, pero no podrías llegar a los datos, así de simple.

Sin embargo, claro que se puede con otros métodos, que podrían ser hasta más fácil de realizarlos.

Para mí lo que sería más sencillo, es adquirir una cuenta de algún administrador que tenga acceso a esos datos, entrar por la puerta principal, literalmente y obtener todo lo que esté a nuestro alcance, es más, el usuario ni lo sabría. Sin embargo, en la plataforma sí se darían cuenta, porque se tienen que dejar datos de registro al acceder. Algo positivo es que, entre los métodos de seguridad como el SAT, se tiene un registro muy detallado de los accesos de su personal que tiene permitido llegar a información delicada.

Existen muchas cosas a tratar acerca de este tema, sobre todo en ámbitos políticos, sociales y obviamente tecnológicos; sin embargo, sí creo que debemos tener algo claro, que para quienes se dedican a la tecnología, al menos creo que si no es obvio, sí es aparente, los que hackearon Condusef, por ejemplo, o incluso Conapred no son Anonymous.

Ahora por eso, no son más o menos peligrosos. Nuestros datos podrían estar en riesgo, en manos del propio Gobierno.

Vemos algunos encabezados de medios de comunicación online, donde ya nos advertían de que México había cerrado como el sexto país con más hackeos o ataques a la banca en los últimos 12 meses, y se creía que incrementaría con la cuarentena. Algo curioso es que en 2018 México ni estaba en la lista.

Pero, ¿cómo usuario podemos hacer algo para que nuestros datos estén mejor protegidos? Directamente no, lo único sería leer las condiciones y compartimiento de datos de todas las aplicaciones y redes sociales que utilizamos, esto en el sector privado. Ahora, como ciudadanos, podemos exigir mayor rigidez en los procesos de seguridad en cómo se tratan nuestros datos, que al fin y al cabo son importantes y tienen valor.

Según Forbes, para este año, se tenía pronosticado que el 83% de la información y trabajos empresariales estén en la nube. Nos adentramos a un nuevo mundo que tal vez ni las generaciones actuales acabemos de entender.

Lo que llamamos Internet de las cosas viene a facilitarnos cosas que ya nos eran fáciles, pero a un precio muy grande.

¿Estamos listos y seguros para este nuevo mundo interconectado? Recordemos que el Internet de las cosas nos trae una conexión con todos los dispositivos al mismo tiempo, a altas velocidades, conecta todo literalmente, pero también hace a todo vulnerable. Esto es lo que se busca con la tecnología 5G, tan hermosa y polémica a la vez, de la cual hablaremos en próximas columnas.