Liderazgo: nunca dejar de aprender

El autor es Ingeniero en Sistemas Electrónicos.

Cuando hemos sido elegidos para tomar la posición de líder muy probablemente se deba a la trayectoria positiva que hemos manifestado durante varios años, pero aunque creamos haber llegado a un lugar importante donde tendremos la responsabilidad de dar resultados, dirigir un equipo de trabajo y mejorar el área o la empresa, nunca debemos sentirnos un producto terminado o exitoso donde pensemos ya lo sabemos todo o somos los mejores, y al contrario, siempre en donde nos encontremos debemos aportar contando con la disposición de confiar en la gente y seguir teniendo una actitud de mejora continua.

He tenido la fortuna de contar con muchos maestros destacados en mi vida, tanto de estudiante como en el trabajo, que me han transmitido conocimiento, motivación y energía que hasta la fecha mantengo presente muchas de sus palabras o acciones que me han servido para ver las cosas de manera diferente.

Siempre hay maestros, jefes y mentores que han influido en mi vida y con quienes me sigo reuniendo regularmente, así como teniendo agradables pláticas de las cuales obtengo algo valioso aunque no mencionemos en ellas temas de trabajo.

Estoy plenamente convencido que todas las personas exitosas que tenemos cerca de forma consciente transmiten, directa o indirectamente, influencia en la vida de otras personas y también están dispuestas a progresar.

Seamos líderes que compartamos conocimiento, pero también mostrémonos abiertos a las enseñanzas y capacitación que podemos recibir.

En lugar de querer impresionar a los demás con lo que ya sabemos o somos, tomemos la decisión de demostrarles que estamos dispuestos a conocer más.

¿De quién podemos aprender?

Muchos podemos responder que de los jefes, líderes o gente que “destaca”; pero realmente lo podemos lograr de toda la gente cercana sin importar rango, nivel económico o apellido.

A veces quienes se denominan expertos en algún tema suelen ser los menos abiertos a aprender o cambiar, por lo que cuando tienen que analizar un caso y resolverlo se quedan con su postura como la única, ello sin duda se debe a los famosos paradigmas o telarañas que vamos formando a lo largo de nuestra experiencia.

Les comparto cinco puntos que a mi parecer debemos considerar para en todo momento generar un espacio de enseñanza a través de actitud abierta, una buena relación que nos enseñe y que fomente apertura para compartir aprendizaje además transmitir sabiduría:

  1. Tengamos la mente siempre de ser un aprendiz, sin importar la edad o puesto.
  2. Continuemos estudiando e investigando.
  3. Seamos intrépidos.
  4. Tengamos presencia.
  5. Identifiquemos un mentor que sea diferente a nosotros.

Constantemente demostremos estar deseosos de entender y desarrollarnos más, ello lo identificamos cuando la gente se acerca y se atreve a decirnos las cosas por la confianza, pero también porque nos consideran un mentor que les transmite conocimientos y ayuda a facilitar el enfrentar retos, y por ello valoran les permitamos participen escuchando sus puntos de vista, es decir, nos ayudamos mutuamente a instruirnos, aportar y crecer.

Cuando todavía tenemos mucho qué aprender también tendremos mucho más qué ofrecer, no dejemos de continuamente entablar contactos que siempre necesitaremos y por supuesto en un momento dado nosotros convertirnos en ellos para otras personas.

Los invito a que uno de sus objetivos sea convertirse en un líder con perspectiva, autoridad, inspirador, que trasciende, que enseña, pero que ¡Nunca dejemos de aprender, inspirar y continuamente mejorar!

“Si te atreves a enseñar, no dejes de aprender”: John Cotton.

El autor es Ingeniero en Sistemas Electrónicos.

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