Basura contra residuos cero

El autor es Ingeniero Industrial/Posgrado en Desarrollo Sustentable.

Los hábitos de consumo actuales producen a diario toneladas de basura y residuos, por esta razón surgen nuevos modelos que buscan revalorizar estos desperdicios para desacelerar su crecimiento y reducir la sobreexplotación de recursos.

Un producto se convierte en basura cuando cumple su vida útil y deja de ser funcional o cuando el usuario pierde el interés en él.

De acuerdo con sus características la basura se clasifica en: basura orgánica, son residuos que se descomponen de manera natural, por ejemplo restos de frutas y verduras, cascarones, sobrantes de alimentos; basura inorgánicos son residuos que se descomponen muy lentamente, algunos de estos son candidatos para reciclaje o reutilización por ejemplo cartón, empaques de cartón multicapa, vidrio, latas, estos residuos que son considerados sin valor son enviados a los rellenos sanitarios para su desintegración.

El modelo de residuos cero surge como una alternativa para proteger los recursos naturales a partir de la promoción de reducción, compostaje, reciclaje y la reutilización de recursos naturales, esto pretende propiciar un cambio de mentalidad en los hábitos de consumo y la revalorización, algunos de los beneficios que generan son: evitar que se sigan explotando los recursos naturales, modificar el ciclo de consumo, propiciar el ciclado de los productos cambiar los incentivos fiscales, producir más productos sustentables.

La visión del modelo de residuos cero pretende lograr que se detenga la producción de residuos en todo el mundo al tener la concepción de estos, los residuos no son basura pues se pueden aprovechar, los principios en los que se basa son: conversión de los residuos en insumos para la creación de productos sustentables, rediseño de procesos para la creación de productos 100% reciclables, innovar en procesos energéticos y de producción, aceptación de la responsabilidad compartida por la generación, transformación y el consumo de productos no reciclables o desechables.

El modelo de residuos cero se basa en tres ejes principales para su funcionamiento:

  1. Cultura de la basura, basada en el cambio de la concepción de la basura y el incentivar la participación ciudadana.
  2. Cambio en las políticas públicas que incentiven o sancionen a las personas que no realicen la separación y entrega adecuada de los residuos.
  3. Cambio en la infraestructura de recolección y procesos de producción.

Así, el modelo de residuos cero plantea un proceso de economía circular en el que se produzcan, cambios legislativos que establezcan responsabilidades sobre los residuos mediante multas o incentivos fiscales, creación de diseños sustentables o producción limpia que promuevan el uso de materiales reciclables como materia prima y la incorporación de eco tecnologías durante la fabricación, distribución limpia que incorpore nuevas tecnologías para aminorar el impacto ambiental, así como la emisión de carbono por la quema de combustibles fósiles, promoción de consuno responsable basado en el análisis de compra y consumo para determinar si los productos satisfacen necesidades reales o no y elegir aquellos cuyos materiales son reciclables o reutilizables, recuperación y manejo de los residuos que cuente con la infraestructura adecuada, integración de residuos que permitan reincorporar a un nuevo proceso de producción los materiales recuperados.

El poder migrar a un modelo de residuos cero es un gran reto político, cultural e industrial en el que nuestra participación será crucial para cambiar la visión de los residuos, para reducir el impacto ambiental la industria y el consumidor deben darle un nuevo valor a los residuos y abandonar la idea de que estos sólo son basura.

El autor es Ingeniero Industrial/Posgrado en Desarrollo Sustentable.

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