Año 2020: el duelo por las incontables pérdidas

La autora es Licenciada en Psicología por Universidad Iberoamericana CDMX.

Covid-19 ya no sólo representa un virus, sino una era de pérdidas y, por ende, de duelos.

En estos meses se ha perdido la libertad, el trabajo remunerado, algunas relaciones y todo aquello que nos definía el tiempo como tal, pero sobre todo se han perdido vidas; personas que ocupaban lugar y espacio en la mente y corazones de sus más cercanos.

Lo que prosigue a estas bombas emocionales es una completa etapa de duelo, la cual es necesaria y nos obliga a encontrar la adaptación emocional después de las pérdidas, esto puede englobar, además, procesos fisiológicos, cognitivos y comportamentales.

En ocasiones como estas, en las que desafortunadamente y seguido se puede predecir un final o se sobre piensa en la constante exposición que se tiene a ellos, las primeras etapas del duelo comienzan a hacerse presentes antes de que la pérdida suceda.

Primeramente, se experimenta una fase de negación, y tal como lo dice la palabra, la persona en duelo niega que este hecho ha sucedido o ha de suceder y empieza a justificar la razón de que esa persona o situación ya no esté.

Todo esto se hace de manera inconsciente para evitar hacer contacto con la emoción del momento.

A estas alturas, vemos que las personas presentan una negación constante al saber el peligro y salir a las calles pensando “a mí, no me va a dar” pero la verdad es que este virus no discrimina las mentalidades fuertes o en negación.

Acompañando a la negación o un poco después, viene un momento de ira, que también forma parte de las etapas de superación del duelo, donde se vive el enojo y el resentimiento como fruto de la frustración al no poder revertir una situación.

Muy seguido las personas en esta etapa empiezan a pensar la muerte o los finales como una decisión, y es por esto mismo que se empiezan a buscar culpables.

Estoy segura de que a este momento ya pensaste en varios discursos y noticias que hacen referencia a esta situación, ¿por qué culpar y denigrar al personal médico por supuestamente ser propagadores del virus?

Después viene la negociación y es cuando se trata de llegar a un acuerdo para que esta pérdida no ocurra, por ejemplo, es común ver la negociación en las personas que se regocijan en entidades divinas o sobrenaturales para evitar que la pérdida se produzca o que se revierta la misma.

Es muy común también que nos empecemos a formular preguntas a nosotros mismos, tales como, “¿Qué hubiera pasado si…?”, “¿Y si hubiera hecho…?”.

Esta etapa generalmente es muy breve ya que encaja poco con la realidad y resulta agotador para la persona estar fantaseando constantemente en soluciones que no van a llevarse a cabo.

Consiguiente a las etapas anteriores se vive un estado depresivo, es el punto más realista a comparación de estadíos anteriores porque finalmente se deja de fantasear con realidades paralelas y se vuelve al presente, donde no hay más que afrontar que el ser querido, el trabajo, la pareja, u otras posibles pérdidas ya no son parte de la vida propia.

Es aquí donde se vive un fuerte sentimiento de tristeza que conlleva a una crisis existencial, debido a que no sólo se tiene que afrontar la pérdida, también acostumbrarse a una nueva realidad que está definida por esa ausencia.

Por último y finalmente, se llega a una etapa de aceptación que proviene de admitir la pérdida y a partir de la cual se crea una nueva realidad, pero sobretodo, es cuando se deja atrás la culpa y el enojo y se valida la superación.

Si tomamos en cuenta que la mayoría de nosotros puede superar la pérdida y continuar con nuestras vidas, nos damos cuenta de que los seres humanos, por naturaleza, tenemos una gran capacidad de resiliencia, sin embargo, algunas personas lidian con el duelo por más tiempo y se sienten incapaces de llevar a cabo sus actividades cotidianas.

Estas personas podrían pasar por lo que se conoce como duelo complicado y podría ser de mucha ayuda contar con un acompañamiento profesional.

La autora es Licenciada en Psicología por Universidad Iberoamericana CDMX.

Actualmente cursa la Maestría en Psicoterapia Psicoanalítica en Sociedad Psicoanalítica de México CDMX.

Cargo: Psicoterapia Psicoanalítica (modalidad en línea disponible)

Contacto: nicoledelrincon@gmail.com