Reapertura y reactivación económica en México

El autor es Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales y Profesor-Investigador, Universidad de Sonora.

Las medidas sanitarias para evitar la propagación de la pandemia del coronavirus como el confinamiento físico y la paralización de las actividades económicas no esenciales impactaron en el consumo, la inversión, la producción, el empleo y el comercio internacional en nuestro país.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó con cifras desestacionalizadas a marzo con respecto a febrero de 2020, que el Indicador Mensual del Consumo Privado en el Mercado Interior cayó en -2.4%, disminuyendo la adquisición de bienes de origen importado en -8.9% y de origen nacional en -1.8%; y la Inversión Fija Bruta bajó en -3.1% términos reales, impactando en la compra de Maquinaria y Equipo (-6.5%) y de Construcción (-2.3%).

En términos anuales, comparando marzo de 2019 con respecto al mismo mes del presente año, el consumo privado cayó en -2.8%; y la inversión productiva en -11.1%.

Además, por la suspensión de las actividades económicas se registró un déficit comercial de -3,087 millones de dólares al mes de abril, cayeron las exportaciones en -40.9% y las importaciones en -30.5%.

La contracción del consumo, la inversión y las exportaciones netas impactaron en la producción y el empleo, Inegi registró una caída del Producto Interno Bruto (PIB) en -1.2% en el periodo enero-marzo de 2020 con respecto al trimestre anterior (octubre-diciembre) y una disminución anualizada de -2.2%, para situarse en 18,139,598 millones de pesos a precios de 2013.

El IMSS reportó la pérdida de 685,840 empleos formales entre marzo y abril, para un acumulado anual de 493,746 puestos de trabajo perdidos.

Frente al desplome de los principales componentes del crecimiento económico y el empleo es necesaria la reactivación productiva.

Al respecto, el Gobierno Federal propone el plan de la nueva normalidad por medio de estrategias para una reapertura gradual, ordenada y cauta de las actividades sociales, educativas y económicas.

En cuanto a la reapertura económica se establecen como actividades esenciales los sectores de la construcción, minería y fabricación de transporte a partir de junio, debido a que registraron una considerable caída en la inversión, la producción y en la pérdida de empleos en el primer trimestre de 2020.

En el mes de marzo Inegi y el IMSS registraron: 1) el sector de la construcción tuvo un descenso de -2.0% del valor de la producción en términos reales y una pérdida del -15.0% de los empleos formales; 2) la producción minerometalúrgica (extracción, beneficio, fundición y afinación de minerales metálicos y no metálicos) disminuyó en -5.1% con una caída de -5.5% en los puestos de trabajo; y 3) la industria automotriz de vehículos ligeros reportó desplomes en abril de 2020 respecto al mismo periodo de 2019 en la producción de -98.76%, en las ventas de -64.51%, y en las exportaciones de -90.20%.

La decisión de la reapertura económica de los sectores de la construcción, minería y automotriz es fundamental para la recuperación del valor de la producción y los empleos en el país, de continuar paralizados las consecuencias recesivas hubiesen sido mayores por el rompimiento de las cadenas globales de valor en cuanto a la proveeduría de insumos trasfronterizos bajo los nuevos esquemas comerciales (T-MEC).

En conclusión, urgente que la economía nacional se active de forma gradual y paulatina, a distintas velocidades, pero el sector salud debe garantizar la estabilización de la pandemia al demostrar menores tasas de infecciones, hospitalizaciones y muertes para tener capacidad ante los posibles rebrotes; además el gobierno debe solicitar a las empresas la aplicación de estrictos protocolos de contención y medidas de sanidad, realizando pruebas a los trabajadores y sanitizando las instalaciones y el transporte.

El autor es Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales y Profesor-Investigador, Universidad de Sonora.

@EspejelJoel / joel.espejel@unison.mx