El mundo en tiempos de pandemia

El autor es nutriólogo, escritor, asesor e instructor de capacitación.

La salud siempre ha sido y seguirá siendo un tema al que se le da mucha o nula relevancia, depende siempre de la

importancia que cada quien le dé, individual o colectivamente, e incluso el estado o país, donde se desarrolle la

temática.

La realidad hoy en día es que la salud ha llegado a ser un tema que ha tomado suma importancia y ha rebasado cualquier frontera o país.

Hoy se ha demostrado que la sociedad es solidaria, humanitaria y que ante una contingencia global, se suma

a buscar las soluciones más inmediatas para estabilizar, no sólo la salud, sino a un sistema global financiero que

está al borde de la quiebra.

Refiriéndonos directamente a la salud, hoy en día hemos visto cómo cierran instituciones, empresas del sector público y privado para prevenir el contagio del virus, sobre todo vemos cómo las empresas resguardan, ponen en cuarentena a su personal más vulnerable, desde adultos mayores, embarazadas, mujeres lactando y personas con enfermedades crónico-degenerativas.

Al poco tiempo de aparecer el nuevo patógeno quedó demostrado que las personas más vulnerables son aquéllas

con enfermedades cardiovasculares, seguido de diabetes y aquéllos con factores de riesgo como la obesidad.

Si bien la tasa de letalidad de este nuevo virus es baja, se deben tomar medidas, y mientras que para una persona sin factores de riesgo es del 0.9%, para alguien con diabetes es de 7.3% y para enfermedades cardiovasculares del 10 %, según la OMS y Chinese Center for Disease Control and Prevention.

Al día de hoy, el mundo por fin es uno, parece que se quitaron de por medio las fronteras, las razas, colores,

ideologías, todos nos vemos como lo que somos, humanos, sin importar de donde vengas, la clase social, si eres fifí, chairo, o cualquier término inventado política o socialmente. Hoy existe conciencia, el mundo se une por amor, empatía y porque sabe que quizá no todos estarán después de la pandemia.

El Covid-19 es actualmente una emergencia de salud pública, pero sobre todo es un llamado de atención al mundo, de que todo se acaba, los recursos no son infinitos y mucho menos la salud, de igual manera es una llamada a por fin concientizarnos del autocuidado.

Dejemos de normalizar el sobrepeso y obesidad, dejemos de preocuparnos ya que tengamos síntomas de una enfermedad crónica o nos dé un infarto.

Empecemos a tomar acciones, porque actualmente los más afectados no son los que van a dejar de trabajar por presentar una enfermedad crónica, sobrepeso u obesidad.

Los más afectados somos los que sí nos cuidamos día con día para mantener nuestra salud, porque nos valoramos y nos damos nuestro lugar y hoy tenemos que quedarnos a sacar adelante una institución o sistema de salud

porque somos los menos “vulnerables”.

Las enfermedades crónicas, casi podría afirmar que son una elección, es como el matrimonio, cada quien decide tener o no, no tiene que ver si eres de clase baja o alta, porque igual teniendo todos los recursos económicos tienes mayor propensión a padecer obesidad, porque no aprendes a medir lo que comes, lo que haces con tu calidad de vida, y por el contrario, alguien que vive en escasez, vive en pobreza extrema, pobreza alimentaria, patrimonial y curiosamente hay personas con una desnutrición proteica, pero que padecen obesidad, porque no hay educación,

ellos no tienen en ocasiones esa herramienta ni acceso a servicios básicos y es más fácil para ellos ir a comprar

un refresco de 3 litros a un garrafón de agua que les cuesta más caro en ocasiones.

Así de dividida está la sociedad, pero quienes tienen los medios, herramientas y la capacidad de pensar y razonar,

pueden decidir qué estilo de vida quieren llevar, pensar en sí mismos y en los demás, porque al final, sobrepeso y

obesidad se llevan gran parte del presupuesto de salud; la diabetes en algunos estados ni siquiera tiene presupuesto.

Hoy ya no es un llamado a que cambies tu estilo de vida por ti, sino para que lo hagas por los que te rodean, que te

importan y por la sociedad en general.

El autor es nutriólogo, escritor, asesor e instructor de capacitación.