¿Cómo guardar el vino en casa?

El autor Carlos Fernando Minjares Cota es Sommelier D’Gusto Vino. 

Cada vez que abrimos una botella de vino es como abrirle la puerta a un amigo, es una compañía que queremos disfrutar.

Por ello, tener nuestros vinos en las mejores condiciones posibles, y saber cuándo es el momento justo para abrirlos, es indispensable para poder disfrutarlos al máximo.

No necesitamos una cava subterránea, con humedad y temperatura controladas para poder tener nuestros vinos en buenas condiciones; sin embargo, no nos podemos confiar en guardarlos como si fueran cualquier otra bebida.

A continuación, les dejo algunas recomendaciones para guardar su vino, sin miedo a que se eche a perder y estar tranquilos de que se podrá disfrutar sin problema alguno.

Guardar el vino en posición horizontal ayuda a que el corcho no se seque creando posibles poros por donde pueda entrar oxigeno y provocar una evolución más rápida del vino.

No aplica en vinos de taparrosca ni en vinos espumosos.

No usar lugares donde pegue mucho la luz (solar y/o artificial).

Esto afecta principalmente en las características olfativas y gustativas del vino, dando aromas como a cebolla, ajo, humedad, mientras que en boca pierde persistencia.

Puede empezar a pasar a los 2-3 días de mantener el vino en malas condiciones.

Usar un lugar con temperatura lo más estable posible.

En caso de ser vinos muy particulares (de guarda de hasta 15-20 años) sí se requiere un cuidado especial, con una temperatura estable entre los 13 y 15 grados y con alta humedad.

En caso de vinos que pensamos disfrutar en un lapso breve, es suficiente con mantenerlos a una temperatura máxima de 24 grados.

Los brincos de temperatura y las temperaturas elevadas provocan que el vino empiece a evolucionar más rápidamente, y en casos extremos, empiezan a expulsar el corcho debido a la presión que se crea en la botella.

En caso de que el vino ya se haya abierto y no nos terminemos la botella, se recomienda volver a tapar con el mismo corcho y guardarlo en el refrigerador.

Dependiendo del vino puede llegar a durar hasta 3 ó 4 días sin perder sus propiedades.

En caso de los vinos espumosos, se recomienda terminar la botella completa.

Es importante también considerar que no todos los vinos mejoran con el tiempo, una regla general es tomar en cuenta factores como la edad del vino, la añada, el tipo de uva y el tiempo de añejamiento.

Dicho esto, otra norma general es que los vinos jóvenes deben beberse máximo al año siguiente de su cosecha.

La crianza (6 a 12 meses de barrica) durante los siguientes 5 años, reserva y gran reserva (12 meses o más de barrica) hasta 10 ó 15 años después de su cosecha.

Siguiendo estos consejos pueden estar tranquilos de conservar sus botellas en sus casas y asegurar que cuando las abran disfrutarán del vino sin preocupación alguna.

El autor Carlos Fernando Minjares Cota es Sommelier D’Gusto Vino.

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