La pizzería los 20’s

El autor es miembro fundador de la Sociedad de Parrilleros de Sonora.

Como todos sabemos hay olores y sabores que te traen buenos recuerdos de tiempos pasados, y la comida tiene esa magia de reunir a las personas alrededor de una mesa.

En esta ocasión hablaremos de Los 20’s Pizzería, la cual tenía dos ubicaciones, una por el bulevar Abelardo L. Rodríguez, y la segunda sucursal por el Navarrete y Olivares; el nombre de su fundador es Víctor Manuel Martínez Maytorena, mejor conocido como ‘El Pachi’, oriundo de Empalme, Sonora.

Víctor Manuel nos cuenta que en su juventud se fue a trabajar a Los Ángeles, California, en una empresa que se dedicaba a fabricar raquetas de tenis -muy afamada en esos tiempos, por cierto-, pero con miras de algún día regresar a su tierra.

En una visita familiar descubrió un local en la esquina del bulevar Rodríguez y Herminio Rangel Lugo; muchos recordarán que tenía una antigua bomba de gasolina por fuera y además estaba enseguida de una casona vieja que tenía muchos objetos de antaño.

El Pachi cerró el trato del local y se regresó a Los Ángeles, pero con la firme intención de regresar, por lo que tomó un empleo en una pizzería para aprender todo el proceso y juntar dinero para comprar y adecuar el local, y esto sin dejar el empleo en la fábrica de raquetas.

Durante esos 3 meses aprendió todo el proceso de amasado, levado de la masa, elaboración de salsas, atención al cliente, administración, insumos, etcétera.

A su regreso a Hermosillo comenzó con las labores de adecuación del local, la instalación de los hornos, batidora y las primeras pruebas, hasta que finalmente abrió sus puertas en 1975, en una sociedad que duraría un par de años con su hermano Raúl, de la que fue una de las primeras pizzerías formales en nuestra ciudad del sol.

Hay que mencionar también que fue una empresa que tenía estandarizados sus procesos, porque los ingredientes que se usaban siempre eran los mismos con tamaños de pizza de 12, 14 y la enorme de 18 pulgadas que, si recordarán amables lectores, esa pizza se cortaba en cuadros; tenía espaguetis de algunas variedades y salchicha italiana que se elaboraba ahí mismo con una receta celosamente guardada.

También vendía milanesas porque había gente que no consumía pastas y sándwiches que fueron un éxito durante los 16 años que duró en operaciones, hasta que un buen día llegaron con una oferta que no podían rechazar ni él ni su esposa, Lupina Valenzuela , a quien no podemos dejar de mencionar, pues fue parte de ese éxito.

Lupina nos comenta que guarda muy gratos recuerdos de esos tiempos, pero también las desveladas y las interminables horas en las fechas importantes como el 14 de febrero, 10 de mayo, etcétera, que son cuando más llenos están los restaurantes.

Fueron tiempos donde no existían empresas proveedoras como Costco o Sam’s y había muchas ocasiones donde escaseaba el queso tipo Chihuahua y había que ir por él hasta Guaymas.

También era muy común que el suministro de corriente eléctrica fallara durante la noche y en la mañana encontraban la masa que era guardada en los refrigeradores a reposar, así como otros insumos, echados a perder, pero también entre los buenos recuerdos está el haber sido presidente de la Canirac (Cámara de restauranteros), así como también consejero a nivel nacional.

Entre las anécdotas curiosas está un cliente que todos los fines de semana llegaba con un gran bote de frijoles para que le hicieran una pizza con ellos de base.

También recuerda que tenían un buzón de sugerencias pegado en una pared, que al momento de echar algún comentario, éste caía directamente al bote de la basura que estaba por debajo.

De cualquier forma, esta pizzería nos dejó con ese gran recuerdo de los domingos familiares alrededor de esa enorme pizza cortada a cuadros de 18 pulgadas…

Y lo de los 20’s fue por las fotografías antiguas que estaban colgadas en sus paredes.

El autor es miembro fundador de la Sociedad de Parrilleros de Sonora.