Las relaciones son el espejo de ti mismo

La autora es Licenciada en Mercadotecnia Internacional por UVM.

“Lo que ves en los demás, está en ti”, de otra manera serías incapaz de poderlo ver”.

¿Han escuchado la frase de Lo que te choca, te checa?

Lo que te molesta tanto de otras personas como para criticar, juzgar o señalar, lo puedes identificar en el otro, porque es una parte de tu personalidad que tratas de esconder de ti mismo, y al rechazarlo lo proyectas al exterior.

Al proyectarlo al exterior somos capaces de observarlo y es ahí cuando lo rechazamos abiertamente, pero hasta el momento en el que nos hacemos conscientes de nuestra “sombra” o de esta parte de nuestra personalidad sin abrazar, podemos integrarlo a nuestra vida y hacer los ajustes necesarios.

Mientras tanto seguiremos observando en el exterior todos esos “defectos” que tanto nos molestan.

El psicólogo suizo Carl Jung describe a nuestra “sombra” como esa persona que no queremos ser y terminamos rechazando y proyectando en el exterior.

Es probable que dos personas tengan una percepción completamente distinta de una misma persona, pues cada uno verá su propia sombra reflejada en ella. Nuestra “sombra” es el resultado de todas las emociones densas no digeridas desde nuestra infancia hasta ahora, todas esas situaciones que nos causaron dolor, miedo, angustia, enojo, frustración y terminamos suprimiendo en nuestro subconsciente, causando desasosiego a nuestra mente y terminamos propulsando a la superficie, dándole forma a nuestra “sombra” .

Nuestras relaciones con nuestros padres, pareja, hermanos, hijos, amigos, socios, jefe, colaboradores, todas nuestras relaciones, son un espejo de nuestro mundo interno, hasta la manera como nos relacionamos con las personas que nos ayudan en el estacionamiento, la manera como reaccionamos en cualquier interacción nos muestra una parte de nosotros mismos.

En todas nuestras relaciones podemos observar nuestra “sombra” , pero pocas veces somos capaces de reconocerla como propia. Si te irrita, te molesta, lo señalas y te enganchas, muy probablemente estás siendo víctima de tus propias proyecciones.

Podemos aprovechar esta información para observar cada una de nuestras relaciones, en especial con nuestra pareja, hijos y padres, ya que arroja datos muy importantes acerca de nuestro mundo interno, todo aquello que debemos trabajar para sanar, para responsabilizarnos por nuestra parte principalmente y reconocer que vemos las cosas tal cual somos, no tal cual son.

Con el objetivo de mejorar la calidad de nuestras relaciones, desde las más estrechas hasta las más casuales, dejar de buscar razones que justifiquen nuestra ira interna, nuestra frustración, nuestra culpa.

Al sanar la herida de raíz dejamos de lanzarla al exterior, dejamos de conectarnos con estas emociones, propiciando relaciones más sanas, más estables, más duraderas.

La autora es Licenciada en Mercadotecnia Internacional por UVM, coach de Vida Espiritual por ANAND, escuela de elevación de la conciencia. Maestra Kundalini por KRI Bioneuroemoción con Enric Corbera.