T-MEC, oportunidad para generar confianza

El autor es presidente de Coparmex Sonora Norte.

En un entorno de estancamiento económico global, y con expectativas de crecimiento cada vez menores para 2020, la aprobación del T-MEC, por el senado estadounidense, es una auténtica bocanada de aire fresco.

Históricamente, el comercio ha sido el gran motor del desarrollo. Las grandes civilizaciones de la antigüedad fueron a su vez grandes comerciantes. El comercio permite, no sólo el intercambio de bienes y servicios, si no de conocimiento, medios de producción y tecnología. En cada transacción comercial hay una generación de bienestar para todos los involucrados.

El comercio permite aprovechar las ventajas comparativas de cada uno de los participantes promoviendo la especialización en aquello en lo que cada uno resulte más eficiente. Esto permite que el consumidor se beneficie de la libre competencia internacional ganando acceso a los mejores productos y servicios al menor costo posible. Las barreras arancelarias y no-arancelarias vienen a deteriorar la eficiencia de los mercados perjudicando a los consumidores finales.

Por ello es justo reconocer el desempeño del equipo negociador mexicano que llevó por buen camino el proceso de revisión y reforma del acuerdo comercial. Este hecho representa un paso firme en la consolidación de América del Norte como la región comercial más productiva del mundo, con una aportación total del 28% del Producto Interno Bruto Global y con un 16% del comercio internacional.

Es importante señalar que este renovado acuerdo contempla cambios que se ajustan a una nueva realidad internacional. Entre ellas es de destacar la integración de capítulos en materia laboral y ambiental, sujetos ambos a mecanismos específicos para la resolución de conflictos, así como la modernización de las reglas para el libre comercio en la región.

El acuerdo también incluye nuevos capítulos en materia de comercio digital, anticorrupción, energía y competencia económica, que hacen del T-MEC un verdadero referente en el campo del libre comercio internacional.

Con la ratificación del Senado de los Estados Unidos de Norteamérica, sólo queda pendiente la ratificación por parte del Parlamento de Canadá. Se espera que este paso concluya en las próximas semanas. Posterior a ello y a mediados del presente año el nuevo tratado estará comenzando su vigencia.

Se trata de una gran oportunidad que, como empresarios, no debemos desaprovechar. México es uno de los países que cuenta con mayor número de tratados internacionales en materia comercial. Nuestra mayor apuesta debe ser maximizar la participación de las empresas mexicanas en los mercados internacionales. El apoyo y acompañamiento por parte del gobierno federal será indispensable para lograrlo.

Esta es una gran oportunidad para que el Gobierno de la República rectifique el rumbo y envié un mensaje que inspire confianza en consumidores e inversionistas. Es momento de abandonar la retórica polarizarte y ver en el empresariado mexicano y en la economía de mercado, el mejor aliado posible para lograr el gran anhelo de todos: generar mayor bienestar para los mexicanos.

El autor es presidente de Coparmex Sonora Norte.