WhatsApp para negocios y personas

El autor es director de marketing Digital en Sherpa Estudio.

Este año se ha hablado en todos los blogs y medios de marketing de la relevancia de que tendrá en este año WhatsApp para negocios. Esta app permite a los usuarios contactar a las marcas de manera directa y a las empresas les da la facultad de etiquetar a los usuarios, crear grupos de distribución e incluso integrar catálogos y dirigir anuncios desde otras plataformas que posee Facebook, tales como Instagram a esta misma app.

 

Este, sin lugar a duda, puede convertirse en el terror para quienes administramos páginas y redes sociales para clientes, pues deberemos poner atención a otra plataforma, una que de por sí no tiene muy buena fama, pero a los negocios les representará una maravillosa oportunidad de conectar con sus clientes potenciales e identificados en sus nichos de negocio.

 

Retomando lo del punto de terror, quiero declararme detractor de WhatsApp, lo cual para alguien que es cercano a la tecnología, podría ser considerado un pecado de mi parte; pero permítame exponerle mis puntos de por qué es mi app menos favorita. Si bien es cierto nos ha permitido tener conversaciones más fluidas, también hemos creado la percepción de que tener WhatsApp nos hace disponibles 24 horas para quien sea, como sea y hablar de lo que sea. Puede que un cliente te escriba el sábado a las 11 pm esperando respuesta inmediata a sus peticiones, cuando tu horario de oficina es de lunes a viernes y termina a las 6 de la tarde o incluso amigos y familiares que esperan estén al pendiente de memes y demás contenidos que comparten y seas partícipe de ellos. La exigencia de algunos clientes puede hacerles creer ese “estigma” del trabajo 24/7, por lo que hay que saber poner las cartas sobre la mesa.

 

Esta misma idea logra que tengamos una serie de malentendidos, como ese que estoy seguro estás recordando. Cuando lo pienso así, extraño la época del Microsoft MSN donde podrías estar o no en línea, diciéndole al mundo si estabas disponible para una conversación o no, teniendo ese tiempo de desconexión que tanto nos falta de vez en cuando y que ahora lo echamos de menos.

 

Aunado a esto en lo laboral, clientes y proveedores se han dado a la tarea de compartir información relevante por este medio que no tiene la capacidad de que se organice la información como en el correo, haciendo que de manera constante dicha información se pierda, se confunda o se olvide. De hecho, algunos medios de comunicación han rayado en el abuso de esta vía de mensajes, creyendo que su información o contenidos, es bien recibido por los usuarios. Se tiene que marcar una estrategia muy refinada para tener un resultado certero.

 

Así que para este 2020 que será el año de WhatsApp en los negocios, los invito a re-pensar y hacer más efectivo el uso de esta app, menos dependiente y más respetuoso de los horarios y vidas de quienes nos han confiado su número telefónico. Recuerden que algún mensaje, puede llegar en mal momento o provocar una serie de confusiones que desembocan en deteriorar una relación personal o de negocios entre los usuarios. No hay una ley para contestar y todo obedece al libre albedrío de cada uno.

 

El autor es director de marketing Digital en Sherpa Estudio.