Rodéate de inspiración

Todos alguna vez en la vida escuchamos la frase popular que dice “dime con quién te juntas y te diré quién eres”, esas palabras son muy difíciles de entender cuando somos muy jóvenes, sobre todo que pensamos que siempre tenemos la razón y a veces aun cuando somos viejos también creemos de manera errónea que tenemos la verdad absoluta, “no se nos quita lo testarudo tan fácil”, diría mi abuela Josefa.

Conforme pasan los años una va aprendiendo a buscar su camino, hacemos pausas, tomamos un respiro, continuamos, aprendemos, caemos, nos levantamos y así nos vamos formando.

Una de las principales cosas que, en lo particular en mi vida, muy importante lo aprendí hace poco, es que tengo que rodearme de gente que me inspire a ser mejor, a trabajar con alegría, que nutran mi alma y me hagan aprender más, ¿se dice fácil verdad? ¿sí? Pues déjeme decirle que no es tan fácil como se lee, conforme uno tiene más años decimos: “Mi círculo es más reducido” ¡claro! todo va pasando por un filtro y la verdadera gente que te nutre y aporta algo a tu vida es la que se va quedando, todos pasamos por el amigo o amiga tóxica que piensa que somos un bote de basura y que siempre está conflictuado hasta con su sombra… ¡corre!

Esa gente te roba energía, rodéate de gente que te enseñe a tener paz, que sea agradecida, que te nutra con poesía, buenos libros, pláticas interminables de historias lindas o por qué no, alguna sociedad o empresa por emprender, el trabajo es nutrición y nos mantiene despiertos, en movimiento, generando.

Rodéate de inspiración, estamos tan absortos en nosotros mismos que olvidamos disfrutar los atardeceres naranjas de nuestra ciudad que son únicos en el mundo, tienen ese rosa suave y tonalidades lilas únicos, date la oportunidad de regalarte una tarde contigo, de descubrir que tenemos invasión de pericos verdes en la ciudad, que tenemos tantos colibríes que cuando uno se fija bien no puedes creerlo, inspírate en gente que aporte a tu vida y que te haga ser mejor persona, tenemos tanto por aprender, tanto por disfrutar y ¡la vida es tan corta! Recuerdo tanto las palabras de mi buen amigo y gran comediante TONY FLORES que me dijo “INDIA (así me decía de cariño), me comí los dulces de la vida de un puñado, y ahora tengo ELA (esclerosis lateral amiotrófica).

Los dulces que me quedan en mi canasta los voy a saborear, sé que son tan pocos, así que seré muy selecto, te regalaré un consejo, RODÉATE DE INSPIRACIÓN y si la ocasión no lo permite, tú hazla, tienes el poder de cambiar tu vida si te rodeas de los personajes correctos, en realidad nadie sabe cuántos dulces quedan en la canasta, así que cada día disfruta”.

A los días, sus dulces se agotaron y se fue en paz.

Las personas que nos rodean siempre nos enseñan algo, “en la vida o se aprende o se aprende”, así es esto, así que agradezco de manera infinita a quienes me permiten inspirarme cada día, para enseñarme la lección más maravillosa de todas, el aprender a vivir.

bendita sea la vida y con quienes compartimos los dulces de nuestra canasta.

CARMEN PALACIOS

La autora es chef y comunicadora. La historia de una mujer educada por mujeres @FundacionMiika