"Ya era justo y necesario": Primer adulto mayor vacunado contra Covid en Nogales

Pese a la larga espera de meses y en el día que fueron citados para recibir su dosis, la vacuna contra el Covid-19 representa una luz de esperanza para las personas adultas mayores de Nogales.

NOGALES, SON.- Pese a la larga espera de meses y en el día que fueron citados para recibir su dosis, la vacuna contra el Covid-19 representa una luz de esperanza para las personas adultas mayores que ya fueron vacunadas en Nogales, en el primer día de la campaña.

La primera persona de la tercera edad en recibir la inyección fue el señor Marco Torres, de 81 años de edad, quien fue el primero en pasar a la carpa instalada en la plaza Miguel Hidalgo.

Satisfecho hasta ahorita, ya era justo y necesario esta vacuna”, expresó el residente de la colonia Villa Sonora, mientras esperaba sentado en el sitio los treinta minutos recomendados para saber si hay reacción.

La señora Rosario Armenta Galván dijo sentirse bien minutos después de haber recibido la vacuna y que esperaba en Dios que ya no le diera el virus, dijo además que la inyección no le dolió.

Fue una espera larga y desesperante, de ver a tanta gente hecha bola y que no trabajaran pronto, muy lentos estaban y debían tenerlo preparado desde anoche, para empezar a la hora que dijeron exacta, dieron mal servicio”, criticó la señora Armenta Galván.

A la señora Mercedes Meléndez, de 92 años, le dolió el 'piquetito' de la aguja cuando la vacunaron, pero lo normal, y agradeció a Dios poder recibir la primera dosis.

“Mucho representa para mí, fue mucho esperar y aquí llegamos a las 5 de la mañana y ahora esperar la segunda, quién sabe cuándo va a venir”, dijo.

Para don Zacarías Dueñas, de 85 años, el recibir la vacuna representa una seguridad para el pueblo y para la comunidad, aceptó que tuvo que esperar muchos meses y que no sabía que debía recibir una segunda dosis.

Estoy contenta y le doy muchas gracias a Dios porque yo no soy enfermiza, en estos tiempos casi no me enfermo y con esto me siento más fortalecida”, expresó la señora Carmen Cuamba, de 92 años, quien tampoco sabía que debía recibir un refuerzo, pero que estaba dispuesta a ponerse lo que fuera.