Vecinos de Guaymas sufren por una "plaga": las casas abandonadas

Las casas de interés social en estado de abandono son “una plaga” para los vecinos de numerosos fraccionamientos del sector Guaymas Norte, donde este problema les quita la tranquilidad.

GUAYMAS, SON.- Las casas de interés social en estado de abandono son “una plaga” para los vecinos de numerosos fraccionamientos del sector Guaymas Norte, donde este problema les quita la tranquilidad.

Los puntos con mayor número de casas vacías son: San Marino, Valle del Mar y Ocotillo, y de manera más moderada en San Gerónimo I, La Cholla, Perla Marina, Linda Vista, El Diamante y Arrecifes.

Jesús Ramón Rodríguez, llegó hace 14 años a vivir a la colonia Valle del Mar y su hogar destaca por la limpieza y el cuidado en la pintura y la jardinería, a diferencia de muchos de sus vecinos, que abandonaron las viviendas o nunca las habitaron.

Qué te puedes esperar, que lleguen personas a drogarse, que vengan a echar escombro, pero simplemente con ver las casas abandonadas te desanima, da mal aspecto, ya me acostumbré a ver eso, y sí me gustaría vivir en otro lugar, pero ya le he metido dinero a la casa, no sé si pudiera hallar una a buen precio, porque están muy caras y muy chicas, las que están haciendo ahora están en 300, 400 mil pesos y son muy pequeñas”, dijo.

Eréndira López, del mismo fraccionamiento dijo que además de los adictos, hay familias completas que invaden las casas, y algunos las limpian, las arreglan y las convierten en sitios acogedores, pero es cuando llega la constructora a desalojarlos.

Es muy triste ver cómo sacan a todos con sus niños, yo no sé cómo esté la ley, pero dicen que si tienes cierto tiempo de haber invadido una casa y el dueño no reclama, no pueden sacarte, y siempre sacan a los que menos daño hacen y mantienen bien las casas, a los malandros y cochinos no les hacen nada, eso es lo raro”, explicó.

En todos los fraccionamientos mencionados, esas casas son depósitos de basura, refugio de malvivientes, y aquellas que tienen árboles que dan sombra, sirven de nidos para las perritas y gatas que ahí tienen a sus cachorros, y cabe mencionar que los animales lucen sanos, ya que siempre encuentran restos de comida en los botes o basureros clandestinos, y también se ven escenas fuera de lo común, como flores creciendo en lo que fue una estancia y hiedra en las paredes interiores.

Foto: Claudia Alejandri

 

Hasta que vi a una doña revisando todo como si fuera suyo

 

Elena Ramírez adquirió una pequeña casa en 2012 en Perla Marina para aprovechar su crédito Infonavit, pero debido a la inseguridad del barrio no se animaba a instalarse ahí y permaneció en casa de su mamá en la colonia Centro.

La compré y le fui poniendo cositas, aires acondicionados, muebles, no vivía ahí y nomás iba a veces, pero luego me di cuenta de que gente que venía de otras colonias rondaba la casa queriendo meterse y una vecina me robaba agua, hasta que un día llegué y vi a una doña revisando todo como si fuera suyo y le dije que la casa era mía y ella bien descarada dijo: si no vives aquí, no es tuya y tenemos el derecho a meternos a vivir, me dio coraje y le dije: métete para sacarte a chingazos, y ya desde ese día estuve más pendiente y se la renté a unos familiares, pero también me quedaron mal, hacían un cochinero y no querían pagar la luz”, detalló.

Finalmente, Elena se fue a vivir a su casa de Perla Marina y le puso bardas, y aunque no le gusta el lugar por la inseguridad y vecinos con malos hábitos como quemar basura, no pagar servicios, escuchar música a alto volumen, sabe que es su patrimonio que no debe descuidar.

Una vez se me ocurrió poner unas plantitas con flores en la entrada, y más tardé en ponerlas que en verlas arrancadas y tiradas a media calle, no sé por qué es así mucha gente, les gusta hacer daño y aprovechar todo lo que puedan de gratis, da coraje y da tristeza”, concluyó.

Según el último censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en Guaymas hay 8 mil 372 viviendas deshabitadas, algunas porque sus dueños no pudieron seguir pagándolas y otras porque como en el caso de Elena, prefieren vivir con familiares, con la diferencia de que cuando quieren regresar ya es muy tarde y están vandalizadas o tomadas por invasores.