La venta de tamales pasó de un ingreso extra a ser su pequeña empresa

El matrimonio de Zulma y Francisco han logrado consolidar su negocio gracias a la receta especial de la familia, lo que genera grandes pedidos, no solo en fechas navideñas, sino hasta el épocas difíciles como la pandemia del covid-19.

El 24 de diciembre es la fecha más productiva para Zulma y Francisco, propietarios de un negocio de venta de tamales, y este año, el conjunto de pedidos alcanza las 2 mil piezas, en las variedades de carne, acelgas, piña, elote y pollo, que muchas familias disfrutarán en su cena navideña.

El negocio se ubica en la colonia Centro, pero en el año 2010, la pareja vivía en el fraccionamiento Misioneros de Guaymas Norte, él trabajaba como mesero en San Carlos y ella vendía ropa, pero un día necesitaron un ingreso extra para construir una barda al lado de la casa, y ella empezó a preparar tamales para vender.

El plan era hacerlos solamente los fines de semana y en cantidad moderada, su mamá le ayudaba a levantar los pedidos y entre varias mujeres se sentaban a la mesa a armar las piezas, pero los encargos crecieron al grado de que dejaron sus empleos para consolidar una pequeña empresa.

“Mi tía Lupita fue la que me enseñó, ella ya tenía más de 80 años cuando me pasó la receta y con ella aprendí a hacer tamales, pastel de zanahoria y empanadas. Algo muy importante es que siempre seguía las medidas, no era así nomás a rumbo, no, todo tiene una medida para que el resultado sea bueno, todavía vive mi tía aquí en la esquina, tiene 92 años y se siente muy bien”, platicó Zulma.

Algo positivo para la familia y para el barrio, fue que instalaron el negocio en la casa que había pertenecido a los abuelos de Zulma y tenía una década semi abandonada, pero cambió cuando ellos llegaron a habitarla y crear un local comercial, que generalmente tiene clientes que entran y salen, y la mañana del martes 20 de diciembre, llegó un hombre de la colonia Punta Arena por unos pocos tamales, y dijo que va al menos una vez por semana.

La venta de tamales pasó de un ingreso extra a ser su pequeña empresa

“Me da gusto que la gente se vaya contenta y más cuando los veo regresar, si tu vienes en 20 días o en Semana Santa aquí me vas a ver, estoy siempre aquí y me doy cuenta de que vienen de colonias que están lejos, también hay personas que los quieren para llevarlos a sus hijos que estudian en Hermosillo, o se llevan tamales a Estados Unidos, a Mexicali, a Guadalajara, a la Ciudad de México, hasta a Oaxaca se han llevado, porque allá los tamales son buenos pero son diferentes, me sorprende y me da mucho gusto la verdad”, explicó Francisco.

Tamales Zulma no es la tamalería más antigua de Guaymas, pero si la más popular, y según cuenta Francisco, en un día común se venden unas 300 piezas, y hasta en los días más tristes de la primera ola de la pandemia por Covid-19 (primavera-verano de 2020), se veían filas de personas que llegaban por pedidos grandes.

La discusión acerca de quien prepara los mejores tamales, si la gente los prefiere con pasas, aceitunas o papas, y todos los comentarios que rodean la cíclica evaluación del tamal, quedan fuera de discusión en ese local, donde Francisco comenta que existen y existirán muchas personas que los hagan mejores, pero en Guaymas no hay otro con más clientela.