Realizarán revisión de chatarreras en Guaymas; pedirán que dejen de comprar cosas robadas
Esta semana iniciará una revisión a las recicladoras (chatarreras) de Guaymas, para corroborar que tengan su documentación en regla y pedirles que no compren materiales robados, confirmó el secretario del Ayuntamiento.
GUAYMAS, SON.- Esta semana iniciará una revisión a las recicladoras (chatarreras) de Guaymas, para corroborar que tengan su documentación en regla y pedirles que no compren materiales robados, confirmó el secretario del Ayuntamiento Celestino Sarabia Tautimez.
En días pasados, se detectó que un negocio de la colonia Petrolera recibió un poste metálico de alumbrado público completo que presuntos ladrones llevaron a vender, además, la Comisión Estatal del Agua (CEA) señaló que en Guaymas hay 120 coladeras sin su tapa de metal, pues estas son sustraídas por delincuentes que las venden como fierro viejo en esos establecimientos.
“Vamos a hacer un programa intenso de verificación en las recicladoras de la localidad, para solicitarle a los propietarios como prioridad, que dejen de adquirir cosas robadas, porque ese acto es delito penal”, manifestó el secretario.
Entre los documentos que se solicitarán están: licencia de funcionamiento, licencia de uso de suelo y cumplimiento con las normas que establece la Unidad Municipal de Protección Civil (UMPC), y cabe destacar que la última ocasión en que se llevó a cabo un operativo intenso en las chatarreras fue en el verano de 2013, en que la Dirección de Control Urbano clausuró 21 negocios que carecían de autorización, y algunas pudieron ser reabiertas hasta que cumplieron con el requisito.
Aquella acción se dio a raíz de que en 2012, unos delincuentes se robaron el busto del General Rodolfo Sánchez Taboada (colocado en el año de 1955), y lo vendieron en 1,500 pesos a una chatarrera, y aún meses después de la captura de los responsables, el acto no se olvidaba y era tema recurrente entre la ciudadanía, que incluso aseguraba que las mismas recicladoras, por las noches, mandaban carros a comprar lo que los ladrones iban sustrayendo, hasta que el Ayuntamiento decidió hacer presencia en la regulación de esos negocios, pero desde entonces han pasado ocho años.