Odilia salió de su país en busca del sueño americano
Luego de cruzar todo México en nueve días y de una caminata de otros ocho por el desierto, una joven de Guatemala regresó con los pies heridos y derrotada.
NOGALES, SON.- Luego de cruzar todo México en nueve días y de una caminata de otros ocho por el desierto, una joven de Guatemala regresó con los pies heridos y derrotada.
Entre llantos, Odilia Banaca, de 22 años de edad, llegó al Albergue de San Juan Bosco, deportada de forma exprés por las autoridades estadounidenses.
Es originaria del Departamento de San Marcos, donde terminó la escuela primaria, y ha pasado su juventud en la pobreza.
De niña terminó la primaria y fue a trabajar a la ciudad, donde la maltrataban, hasta que regresó de nuevo a casa, en la zona rural.
Luego de llegar a Altar, pasó 15 días en una vivienda, esperando la oportunidad de cruzar.
“Nos trataron bien, nos daban buena comida, mientras esperábamos”, comentó.
Sin embargo, la mala alimentación durante la caminata por el desierto estuvo a punto de costarle la vida.
“Cuando salimos al desierto, comíamos solamente harina con agua, maseca o avena sin calentar, cruda... todo eso me causaba vómitos y deshidratación”, explicó.
Por el desierto caminó durante una semana, en búsqueda del sueño americano, acompañado de otros migrantes.
La joven narró que intentó el sueño americano porque quería ayudar a su papá enfermo.
Caminó con una mochila en la espalda cargada de harinas, papitas, sopas, sueros y agua, todo con un peso de 15 kilos aproximadamente.
Ella no estaba acostumbrada a esas comidas, por lo que su cuerpo lo rechazó.
“Yo resistía, pero ya no pude más, me quedé sentada, dormida, a la espera de que me salvaran, de que me atrapara la policía”, comentó.
Sus labios muestran quemaduras y resequedad por el intenso sol del desierto de Altar.
Los pies llenos de ampollas, le fueron curados en Tucson, Arizona en una enfermería de la Patrulla Fronteriza.
La joven de Guatemala explicó que no pudo resistir bajo el “gran sol”, así le llama ella, del desierto de Altar, por eso prácticamente se entregó a las autoridades.
¿Si te invitan a irte de nuevo por el desierto, lo harías?
"Pues, si me siento bien, y me vitamino, estaría dispuesta a intentarlo de nuevo..."