"Lo que él me enseñó marcó la vida de la familia": Saúl Ulloa festeja el Día del Padre en Obregón
Con 7 hijos, 20 nietos, 2 bisnietos y un negocio familiar exitoso, el señor Saúl Ulloa se ha encargado de inculcarles a sus descendientes el amor por el oficio de la reparación de máquinas de coser.
CIUDAD OBREGÓN, SON.- Con 7 hijos, 20 nietos, 2 bisnietos y un negocio familiar exitoso, el señor Saúl Ulloa Esquer se ha encargado de inculcarles a sus descendientes los valores y el amor por el oficio de la reparación de máquinas de coser industriales que su padre le enseñó a él, por lo que este Día del Padre, su historia es digna de compartirse.
El adorado padre de familia, nacido el 8 de enero de 1945 en Ciudad Obregón, compartió en exclusiva para Expreso que la dicha de ser padre se la dio su amada esposa María de la Luz Alcaraz Maytorena, con la que se casó en 1969.
“Ser padre implica no tratar de igualar o asemejarse a lo que una madre significa, una madre que da la vida. Ser padre es todo un futuro de responsabilidad, de apego a los que quieres. Ser padre implica saber hacer pedazos, triturar y esparcir las partes de tu corazón entre todos los que tienes la dicha de querer y que te quieran”, expresó el también actor y cantante.
Además, reconoció que a lo largo de su vida ha disfrutado tanto las alegrías y las tristezas con su familia, la cual considera, ha estado unida en las malas, buenas y peores, por lo que hizo un llamado a las familias cajemenses a estar unidas y comunicados entre sí.
“Uno está como padre mientras ellos se mantenga como hijos; en qué forma, que te respeten, que te quieran, que te comuniquen, que te hagan partícipes, que te involucren en su vida. A veces las distancias son grandes a pesar de estar tan cercas a veces estamos tan lejos”, agregó.
Por otra parte, recordó que a lo largo de su vida ha vivido sus pasiones, encaminadas siempre a lo artístico, que lo llevaron a ser parte de grandes obras de teatro como Edipo Rey, ser cantante principal el grupo Sonido 13 en Cuauhtémoc, Chihuahua; Taxi Drivers en San Blas, Sinaloa; en el Mariachi de Tránsito y de Transporte del Estado de Sinaloa y participar en programas de radio y televisión gracias a que siempre ha sido un excelente orador.
“Me falta solamente mi sueño de ver en mi vida de adulto que en mis nietos florezca el arte, en ellos quiero ver ese talento; yo siempre quise ser actor. Verlos a ellos le daría un sentido especial. Yo veo en sus miradas mucho talento”, añadió.
TRABAJO EN FAMILIA
La Casa Ulloa fue inaugurada en 1948 en Ciudad Obregón por el señor José Carlos Ulloa, quien enseñó el oficio de la reparación de máquinas de coser industriales a su hijo Saúl, mismo que desde la edad de 11 años ya se paseaba por las calles de la ciudad con un maletín con utensilios para la costura como hilos y aceites para máquinas de coser, que ofrecía a las amas de casa a buen precio.
“Mi padre llegó de Estados Unidos en 1933. Se volvió trabajador de minas en la sierra y ahí conoció a mi madre. Mi padre siempre fue muy curioso; si se descomponía una lámpara él la arreglaba; una vitrola, él la componía. Hasta que aprendió el oficio de las máquinas de coser, y con el tiempo y la práctica se volvió un experto y empezó a tener proveedores hasta iniciar su propio negocio que por tantos años se conoció como Casa Ulloa”, señaló.
Luego de crecer con el ejemplo de su padre, en su edad adulta decidió seguir con el negocio familiar pero antes habría que tomar una decisión importante en la que se comprometería el futuro de su recién matrimonio: migrar a otra ciudad a buscar mejores oportunidades de vida.
“Pude haber decidido irme solo a viajar por el país porque me dedicaba a dar mantenimiento en máquinas industriales y donde quiera, donde fuese en el país trabajo existía y tenía clientes en distintos lugares y yo cuando viajaba me llevaba a toda mi familia. Claro que pude haberlo hecho solo, pero decidí llevarlos conmigo”, dijo.
Después de vivir casi 30 años fuera de su ciudad natal y ver nacer a la mayoría de sus hijos en ciudades distintas a donde también llevó su negocio de reparación de máquinas industriales, la familia Ulloa Alcaraz regresó a Ciudad Obregón donde nacería su última hija.
Actualmente, sus hijos, con residencias en Guaymas y Hermosillo, han logrado levantar sus negocios del mismo giro, razón suficiente para estar orgulloso del trabajo realizado en toda su vida.
“El oficio que mi padre me enseñó marcó la vida de la familia. Esto es un recordatorio de que trabajando bien se puede vivir honestamente y con decoro”, señaló el padre de familia.
Sin embargo, a pesar de las grandes satisfacciones con las que vive en la actualidad, esto no siempre fue así, ya que en algún momento de su vida tuvo que salir a cantar a las cantinas, con el mariachi o a vender tacos a los juegos de beisbol para hacerse de unos pesos pues tenía ocho bocas que alimentar.
“Siempre buscamos la manera de vivir, de que el taco nos cueste para poder encontrarle el sabor. El sabor de la comida es el sabor del esfuerzo. De Dios he obtenido todo; me ha brindado la oportunidad de ser feliz con mi familia”, indicó.
DESEOS PARA EL DÍA DEL PADRE
Uno de los deseos, no solo para el Día del Padre si no inclusive cuando abandone este plano existencial, es que sus descendientes lleven en su memoria el recuerdo del amor que profesó a su familia y por la cual trabaja diariamente para forjar el camino que andarán las venideras generaciones.
“Yo quiero que de las futuras generaciones alguien pueda decir: ‘Yo vengo de aquel señor que en aquellos años vivió’… y recuerden que amó a los que estuvieron antes de ellos. Que sepan que tal vez tengan cargas mas pesadas pero el camino ya está hecho, que recuerden quién hizo el camino y puedan disfrutarlo”, compartió.
Otro de sus deseos, tal vez el más sensible e íntimo, es no volver a ver a sus hijos sufrir por circunstancias adversas, momento en el que recordó la terrible pérdida que vivió una de sus hijas, que a la postre ha sido uno de los pasajes mas tristes en su vida.
“Perdí a mi padre, a mi padre y a mis hermanos, pero ver sufrir a un hijo es lo que marca de tristeza mi existencia. Me hizo sufrir lo indecible al ver a mi hija sufrir por algo muy fuerte y revivir la pérdida de un bebé nos compromete a todos a recordar un momento muy triste”, expresó con la voz entrecortada.
A pesar de los agridulces sabores de la vida, hoy por hoy, se encuentra feliz de poder celebrar con su familia y con salud el Día del Padre, por lo que en Expreso le deseamos un muy feliz día.