José no recuerda caras o nombres sólo cumplía con su trabajo de 'levantar' a quien le ordenaban

José, comenzó a trabajar para gente “poco convencional” en Caborca/Altar, su trabajo, “levantar”, ¿a quien?, a quien le ordenaran.

HERMOSILLO, SON.- Durante los trabajos de investigaciones especiales los escribas nos encontramos con historias inverosímiles, increíbles, descabelladas, crueles y espeluznantes que lejos de ser mentira cada vez encajan más en la realidad actual de Sonora.

Por allá por los municipios del norte de Sonora, pasando Santa Ana, donde hoy diario se registran sucesos armados de alto impacto, homicidios y desapariciones conocí a José, quien me platicó una historia: ¿porqué no encuentran a las personas desaparecidas?.

Antes de comenzar quiero aclarar y hacer hincapié de que la maldad existe y esta historia es muy dolorosa, porque habla de maldad y realidad, la realidad que estamos viviendo.

José, comenzó a trabajar para gente “poco convencional” en Caborca/Altar, su trabajo, “levantar”, ¿a quien?, a quien le ordenaran.

Este joven no pasa de los 30 años y en su corta vida vio desaparecer a muchas personas qué aunque quieran no van a regresar a sus casas.

“Levantábamos a uno y lo llevábamos con otras personas, de ahí con un hombre quien al final los procesaba", contó.

José no sabía en su momento lo que hacía pues la droga le daba “valentía” y le comía el sentido común de ver las acciones que realizaba.

El hambre lo hizo madurar desde niño también sintió el rechazo de sus padres de pequeño, y así fue por la vida un tiempo hasta encontrar en la droga y las malas amistades un lugar donde finalmente encontró refugio.

José en compañía de otros más llegaron a llevar personas con un sujeto, no recuerda caras, apodos, nombres, nada, para él solo eran números a quienes vivos o muertos echaban a una trituradora industrial.

Al final, salía una masa gelatinosa que devoraban una docena de perros que no dejaban rastro alguno de nada.

En sus días de labores (él ya es retirado y miembro de una secta de Hermanos Separados) llegó a llevar decenas de hombres a ese lugar del que de su ubicación no da detalle, sólo indica que es en Caborca.