Fugas de aguas negras no dejan salir de sus casas a vecinos de Guaymas
Las múltiples fugas de aguas negras en la colonia San Vicente, mantienen a los vecinos encerrados en sus casas buena parte del tiempo, debido a que el olor que desprenden es demasiado invasivo.
GUAYMAS, SON.- Las múltiples fugas de aguas negras en la colonia San Vicente, mantienen a los vecinos encerrados en sus casas buena parte del tiempo, debido a que el olor que desprenden es demasiado invasivo.
En la calle 12 y avenida 6, justo atrás del panteón San Fernando, se encuentra la más grave de estas, inundando los andadores y canchas deportivas que alguna vez se construyeron para que los residentes tuvieran un lugar de recreo.
“Esa agua termina en el mar, y nos dijeron que el problema es que no prende el rebombeo que está a un lado del panteón, ya hemos pedido mucho que se arregle esto, pero yo ya me cansé, ya ni salgo, me la vivo encerrada porque no se aguanta la peste”, comentó una vecina.
Se estima que la fase más aguda del problema comenzó hace más de un año, y los vecinos han tenido reuniones con los administradores de la Comisión Estatal del Agua (en un principio con Roberto Romano, después con el sucesor Iván Cruz, y en fechas recientes con David Pintor), y dicen que han hecho reparaciones, pero no ponen un remedio completo y duradero, o bien, consiguen reparar una fuga y brota una nueva.
Mientras, en la esquina de la calle 12 y avenida 7, hace pocos días que terminaron de correr aguas negras, que según relatan los residentes, dejaban “costras de caca pegadas en el pavimento” y por las manchas que se ven en las guarniciones, “las costras” alcanzaron una altura estimada de ocho centímetros.
El propietario de una estética que se encuentra en la esquina, hace un esfuerzo por tener un negocio limpio y bien decorado, lava con cloro su banqueta, pero también procura estar con la puerta cerrada para no oler la suciedad que es inevitable.
Contra esquina del negocio vive su hermana, que pide la reparación de una intermitente fuga de agua potable que sale de su banqueta, y ambos han visto como han caído carros en un registro que quedó abierto desde hace un mes, cuando unos ladrones intentaron robar la tapadera, pero esta se cayó al fondo y no pudieron sacarla.
Como remedio emergente, colocaron un palo de madera como señalamiento, a fin de evitar que más carros caigan, y por otra parte, en la misma calle 7 en dirección al bulevar Pedro G. Moreno hay cuatro registros más que están abiertos y señalizados con cartones, ramas y llantas impregnadas de agua de drenaje, que poco a poco han quitado a la gente los deseos de salir si no hay la necesidad.