Familias migrantes son víctimas de la violencia en las fronteras sonorense

NOGALES, SON.- Familias migrantes mexicanas y centroamericanas tienen ya más de un año en espera de que reabran la frontera de Estados Unidos y así poder solicitar asilo político, personas que ya no cuentan con recursos y son víctimas de la violencia en las fronteras sonorenses.

La hermana Tracey Horan, directora de Educación e Incidencia del programa Iniciativa Kino para la Frontera, explicó lo anterior, luego de una manifestación realizada el pasado fin de semana en el muro que divide a ambos Nogales.

“Ya hemos hecho entre seis a siete marchas de este tipo, es parte de la campaña Salven Asilo, que es binacional y nosotras en la Iniciativa, somos parte de ello, pero es mucho más allá que nosotros, porque participan iglesias, organizaciones y grupos de migrantes en Estados Unidos, así como otros que esperan del lado de Nogales, Sonora”, comentó.

Manifestó que el propósito era llamar la atención ante la situación, debido a que durante la pandemia en Estados Unidos, se olvidaron del problema con el cierre de la frontera para los migrantes y desde entonces no han tenido respuesta.

Desconocen la fecha de reapertura y cuándo podrán reanudar sus solicitudes de asilo, que es un derecho que ofrece Estados Unidos, según las leyes internacionales.

Horan manifestó que durante toda la pandemia se mantiene el apoyo y recepción para migrantes, donde reciben en su comedor entre cien a 150 personas todos los días, mismos que reciben comida, ropa, calzado, atención médica y asesorías legales.

“Ha sido difícil, porque muchas personas, antes hace como uno o dos años, la gente esperaba uno o dos meses, pero ya muchas familias tienen un año o año y medio, en ese tiempo sus necesidades crecen mucho y se les terminan los recursos, porque no llegaban pensando que esperarían tanto tiempo, se les dificulta mucho”, explicó.

En Nogales se ha registrado mucha violencia contra los migrantes, según la voluntaria, tras platicar con personas que se dicen víctimas de amenazas, como por ejemplo, de sujetos que intentan “levantarlos” o privarlos de su libertad.

Aseguró que se busca que en Washington, DC y en la Ciudad de México, que escuchen el grito de justicia, que reabran la frontera para los procesos de asilo en las garitas y que se reconozca el derecho de la gente para hacer esa solicitud.

“Algunos congresistas en Estados Unidos nos han apoyado, han participado en nuestras marchas, han publicado cartas donde expresan su apoyo, lo que es bueno para nosotros y también nos alegra mucho que han iniciado el proceso de gente bajo NTP, que es un avance positivo, pero que dura mucho tiempo, ya que solo han pasado alrededor de siete mil personas, de las más de 25 mil que están en ese programa”, explicó.

Adelantó que de necesitar continuarán con ese tipo de manifestaciones, aunque ya después de siete marchas se espera que ya no se necesiten, que el gobierno reabra las fronteras y reconozcan el derecho de los migrantes de pedir el asilo.