Esperanza empeñó su casa para tener dinero para buscar a su hijo

La madre se subió a un camión el día del padre y viajó casi 48 horas, ella dice que ya le dolía el cuerpo de estar sentada, es una mujer mayor de edad y ni la pandemia del coronavirus la detuvo, ya no, ya no puede esperar.

HERMOSILLO, SON.- ¿Qué hace una madre cuando desaparece un hijo al salir en búsqueda de mejores oportunidades para mejorar su calidad de vida?.

Esperanza Mayoral López, es madre de Teodoro Méndez Mayoral, un hombre que el 5 de agosto del 2013 desapareció misteriosamente de Agua Prieta, Sonora. Ella no sabe donde exactamente, ni que llevaba puesto, ni con quien iba, ella solo sabe que de la frontera de Sonora se comunicó por última vez.

En 2013, el fenómeno de la desaparición no era común en Sonora, “eso se daba más al sur del país”. Es por esa razón y por no tener recurso económico que Esperanza “aguantó” todo ese tiempo de ausencia de su hijo para salir a buscarlo.

Esperanza proviene de un pueblito recóndito de Veracruz, empeñó su casa en 5 mil pesos para poder costear el viaje hasta Sonora y poder llegar a tomarse la muestra de ADN y verificar si en la base de datos de la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) si se encuentran los códigos genéticos de Teodoro a quien vio por última vez hace mucho tiempo.

La madre se subió a un camión el día del padre y viajó casi 48 horas, ella dice que ya le dolía el cuerpo de estar sentada, es una mujer mayor de edad y ni la pandemia del coronavirus la detuvo, ya no, ya no puede esperar.

Cruzar un país se le hizo poco para venir a Sonora a revisar los archivos de personas no reconocidas en las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo).

Esperanza estuvo pocas horas en Hermosillo, Sonora, acá la interceptó y apoyó Cecilia Delgado Grijalva, líder de un colectivo de Búsqueda del estado quien la recibió en la central camionera, la llevó a realizar los trámites correspondientes y de nuevo la encaminó hasta la central donde ella partió a Veracruz.

Esperanza va con las manos y el corazón vacío, le falta su hijo Teodoro, regresa a Veracruz a trabajar para recuperar sus pertenencias, pues puede quedar sin un hogar, ya que a su edad dio todo y más para recuperar a su hijo que no ve ni sabe de él desde hace ocho años.