eSOS | El águila calva aún sobrevuela Sonora

A pesar de que la baja población de esta ave la mantiene en peligro de extinción, se ha logrado observar ejemplares en la sierra de Sahuaripa, donde sobreviven a la sequía y la falta de alimento.

HERMOSILLO, SON.- El estado de Sonora sigue teniendo una población residente de águila calva (Haliaeetus leucocephalus), pero durante los últimos años se ha notado una disminución en el número de ejemplares que habita en la cuenca de los ríos Aros-Bavispe-Yaqui, específicamente en los municipios de Bavispe, Sahuaripa y Soyopa.

Desde febrero de 2018 la Comisión de Ecología y Desarrollo Sustentable del Estado de Sonora (Cedes) inició el proyecto ‘Diagnóstico de la población del águila calva en Sonora’, cuya finalidad es conocer el estado actual de la población de esta ave.

Esta especie desde hace más de 100 años habita en esa zona de la cuenca de los ríos Bavispe-Yaqui; en aquel tiempo llegó procedente de Canadá y Estados Unidos y se estableció en esa región.

En México está considerada en peligro de extinción dentro de la NOM-059-SEMAR- NAT-2010.

Monitoreados

Raúl Molina Ocampo, director de Planeación Ambiental del Cedes, informó que desde hace 33 años se empezó a monitorear esta águila en la entidad.

Sin embargo, fue hasta 2018 cuando se metieron de lleno a la investigación y se instalaron cámaras-trampa en esa zona.

Esta investigación, dijo, ha arrojado buenos resultados, pues se ha comprobado la presencia de esta ave en esa área, incluso a través de las cámaras-trampa se captaron fotografías de nidos con actividad y en 2018 se logró fotografiar a un polluelo.

Molina Ocampo mencionó que, según una estimación del especialista en aves y asesor del proyecto Robert Mesta, la población de águila calva se ha reducido y hoy en día podría haber entre 12 y 15 ejemplares.

Consideró que esta disminución se debe principalmente a causas naturales, ya que sigue siendo un área a la que el hombre ha tenido poco acceso.

Además, cabe la posibilidad de que algunas aves hayan muerto por alguna otra causa.

Sin depredador

El director de Planeación Ambiental del Cedes resaltó que se trata de una especie tope dentro de la cadena alimenticia, por lo tanto no tiene depredador, y al ser un ave rapaz que requiere su espacio no corre riesgo de morir por alguna enfermedad contagiada, ya que es un águila solitaria que en época de reproducción vive sólo con su pareja de toda la vida.

Hace unos meses EXPRESO publicó un especial del águila real y del águila calva, donde se mencionó que la población de esta última rondaba los 20 ejemplares.

No obstante, la estimación hecha por el especialista Robert Mesta es que desde hace años en esa región hay entre 12 y 15 especímenes.

“La población se ha mantenido, pero creemos que se ha reducido por causas naturales”.

“Realmente la falta de alimento, la sequía en algunos años pudo haber sido la causa de la disminución poblacional”, comentó Molina Ocampo.

Mantienen el equilibrio

El especialista del Cedes enfatizó sobre el importante papel que el águila calva desempeña en ese ecosistema, al ayudar a mantener el equilibrio, ya que el 80% de la dieta de esta ave se basa en la caza de peces que obtiene en la cuenca de los Ríos Bavispe y Yaqui.

Explicó que las poblaciones de águila calva en Sonora se consideran grupos vestigiales, es decir, que siempre reconocen ese lugar como suyo y aunque lleguen a migrar siempre regresan a su nido con su pareja, ya que son monógamas.

En ese sentido, Molina Ocampo hizo énfasis en el monitoreo que se inició en febrero de 2018, ya que a diferencia del que realizó hace 33 años, ahora se cuenta con tecnología que permite tener mejores resultados, además de que participa un número mayor de colaborares de varias dependencias.

Este proyecto, sostuvo, se realiza a través de la Dirección General de Conservación del Cedes, y cuenta con el financiamiento de la empresa minera Agnico Eagle, Arizona Game and Fish Department, la organización Liberty Wildlife y las autoridades municipales de Soyopa y Sahuaripa.

EXP/BB/EV/ABR/2020