Escritor sonorense invita a fomentar el hábito de la lectura y aprovechar herramientas e intercambio de libros

NOGALES, SON.- Que ni los altos precios en el valor de los libros o la falta de acceso al Internet, sean impedimentos para fomentar el hábito de la lectura, pidió el escritor nogalense, Julio César Sarmiento Esquinca.

Al celebrarse este jueves 12 el Día Nacional del Libro, para el también periodista es un motivo de reflexión para todos los que escribimos y leemos, pero además representa una invitación para todas las personas, en especial a los jóvenes, para que escriban, si no con intención de publicar debido a las dificultades de ser tomado en cuenta por una editorial, siempre servirá de cultura general y para adquirir conocimiento.

“Yo creo que el mayor problema es la cuestión de los precios de los libros, creo que es costoso leer para muchos, las editoriales tienen problemas con la producción de los libros, pero ante esto, yo los invito a que acudan a las bibliotecas o al Club del Libro de Nogales, donde se pueden intercambiar libros, yo ahí he leído aproximadamente 200 libros sin ningún tipo de costo, creo que podemos practicar el intercambio entre nosotros”, opinó.

Además invitó a los jóvenes a aprovechar la gran herramienta del Internet, donde se publican libros importantes que son gratuitos y considera que fomentar o practicar la lectura, es más cuestión de voluntad, que de dificultades.

Sarmiento Esquinca considera que las nuevas tecnologías como el uso de las tabletas, teléfonos inteligentes o Kindles, son decisión de cada cual, que se pueden usar bien y depende de la conciencia e inteligencia de cada persona sobre cómo usar esas herramientas.

“Creo que leer agiliza tu capacidad mental, tu habilidad para discernir y analizar, para nosotros que nos dedicamos al periodismo, nos facilita la capacidad para escribir, por lo que leer es tener lenguaje”, comentó.

El también poeta agregó que el actual sistema educativo ha cambiado, se le impide a niño un mayor crecimiento, ya que recuerda que en décadas pasadas, en las escuelas públicas se tenía lectura abundante, de comprensión y de rapidez, en primer grado de primaria los niños ya escribían y leían, pero con la renovación de los programas educativos, en lugar de favorecer, se les obstaculizó la capacidad de aprender.