eJEMPLAR | Busca construir su última lista de deseos

 Rebeca Godoy Rodríguez es arquitecta, activista ambiental y actualmente es regidora en el Ayuntamiento de Cajeme; tiene 35 años de edad y padece cáncer de mama metastásico.

OBREGÓN,SON.- A pocos días de cumplir sus 35 años de edad, la regidora Rebeca Godoy Rodríguez compartió una lista de deseos que quiere cumplir antes de perder la vida, pues actualmente padece cáncer de mama, el cual evolucionó a metástasis.

Eso no ha impedido que la joven cajemense se mantenga firme y fuerte, trabajando día con día para poder cumplir sus últimos 13 deseos en el tiempo que le queda de vida, que según la literatura oncológica, su mediana de vida está en los cuatro meses, tiempo que se puede extender o acortar, dependiendo de cómo evolucionen los tumores que ya no se estarán atacando.

A través de un video, Godoy Rodríguez compartió que en 2017 fue diagnosticada con cáncer de mama, momento en el que empieza a vivir una primera etapa, en la que recibió un total de 20 quimioterapias simultáneas a 25 radiaciones, y una cirugía, y se esperaba que después de todo el proceso pudiera irse a remisión para asegurarse de que seguía limpia.

La cultura oncológica dice que después de la mastectomía tú ya ess limpio de cáncer, por lo que después de esto se esperaba que ya no pasara nada más, pues fue una etapa que empezó en enero de 2017 y terminó hasta junio de 2018; en octubre de ese mismo año me hicieron un PET o escaneo, el cual salió limpio, por lo que brincamos de la alegría”, recordó.

Noticia devastadora

Después de esto, la segunda etapa inició con el PET positivo, el segundo le tocaba a los seis meses, pero como se sentía bien de salud, sana y hasta le empezó a salir cabello, no se lo hizo hasta junio de 2019, momento en el que le diagnosticaron metástasis en el pulmón, noticia que fue devastadora para ella y para su familia.

Esta noticia fue más noqueadora que la primera, cuando me diagnosticaron cáncer de mama, pues esa remisión se supone que debería durar diez años y duró muy poquito, pero así suceden las cosas, y después de eso me di cuenta de que ya no podía llevar el mismo ritmo de vida; se coartó mi esperanza y ya con la metástasis en el pulmón, me hicieron una cirugía para drenar el líquido que estaba invadido en mis pulmones, momento en el que se dan cuenta de otras cosas”, expresó Rebeca Godoy Rodríguez

La joven cajemense reconoció que a pesar de la situación por la que estaba atravesando, estuvo asistiendo por meses a correr con un grupo de amigas en la Laguna del Náinari, por lo que estuvo muy activa en su condición física, lo cual era inexplicable para los doctores, pues prácticamente sólo le estaba funcionando un pulmón.

La etapa tres comenzó el 22 junio de 2019 con la quimioterapia 21 y terminó hasta el 23 mayo de 2020, con 34 quimios en total, cuando se dice que el promedio que tolera un paciente oncológico en circunstancias similares es de entre 12 y 16, además de una operación del cerebro para quitarle tres tumores, debido a que la metástasis se empezó a manifestar a través del sistema nervioso central.

En diciembre de 2019 me comenzaron a dar fiebres con episodios convulsivos, debido a que me cambiaron los medicamentos y los estragos se fueron tornando más fuertes, lo que fue empeorando mi calidad de vida, pues he llegado a tener hasta cinco convulsiones por semana, esto porque empezó a colapsar mi sistema inmune, pero a pesar de eso nadie me propuso parar, los médicos me decían que yo tenía la última palabra”, detalló.

Una madre amorosa

Rebeca confesó que después de esto, un día, al estar la computadora de su pareja abierta y ver que el último chat era con uno de sus médicos, decidió ver los mensajes, en los que le decía que el cáncer era incurable, pero que tenían otra opción de tratamiento, el cual afectaría su calidad de vida, a costa de una expectativa de vida no tan alta, momento que le llevó a tomar otras decisiones.

Mencionó que los episodios convulsivos comenzaron a ser cada vez más continuos, momento en el que, junto con su pareja, decidió que no era el ambiente más sano para sus hijos, debido a que se estaban dando cuenta y viendo todo, por lo que la más grande está con una hermana de ella y el pequeño con su mamá.

Con la fiebre empieza la cuarta etapa, que es la que estoy viviendo ahorita, en la que decidí ya no tener más tratamientos, porque el que me proponen sólo afectaría mi calidad de vida, era una diferencia de pocos días a un precio muy alto, por lo que no valía la pena, y la mayoría de los médicos me recomendaron detenerme y disfrutar la vida, es por eso que tomé la decisión de parar y construir una bucket list (lista de deseos)”, explicó.

Finalmente, resaltó que “no quiero que mis hijos piensen que no intenté lo suficiente, quiero que sepan que hice todo y que esta decisión es para bien de ellos, porque yo sé que sufren tanto o hasta más que yo, porque yo convulsiono inconsciente, pero ellos me ven, por eso esto es por ellos, para que ya no sufran más; en estos días estoy sintiendo muchas cosas, estoy como en una montaña rusa de emociones, lloro, río, me enojo, grito, pasan tantas cosas… pero lo estoy disfrutando, porque conozco la palabra y sé que hay vida eterna, lo sé; voy primero que ustedes y eso me tiene emocionada, pues estoy trabajando con una especialista en medicina del dolor para poder cruzar la línea con los ojos abiertos, consciente, sino, no hay bronca, allá nos vemos en el río, los quiero mucho”.

La lista de deseos de Rebeca:

  1. Ir a la cabaña con mi familia.

  2. Me encantaría ver a mi familia bautizarse.

  3. Me gustaría casarme (el 17 julio lo hará por la iglesia de manera virtual).

  4. Tomarme una sesión de fotos de Britney Spears pelona.

  5. Grabar una canción se Sía, su cantante favorita, para poder monetizarlo en un canal de Youtube y donar lo que se genere a la investigación del cáncer de mama (autorizado por la cantante vía Twitter).

  6. Ilustrar un cuento que escribió mi amiga Aranza, que es de arquitectura sustentable.

  7. Editar mi propio libro.

  8. Escribir un cuento para mis hijos, que hable del cáncer de mama, pero con un toque espiritual.

  9. Escribir un guión con mi pareja.

  10. Dejar de decir groserías, pues estoy en constante comunicación con Dios y quiero ser merecedora de ser escuchada.

  11. Ver el amanecer en la Laguna del Náinari, que es en donde están las cenizas de mi papá.

  12. Remodelar cada rincón y espacio de una casa, construir cada detalle con su aprendizaje para dejarle un patrimonio a sus hijos.

  13. Quiero ver a todas y a todos en el río, los quiero ver ahí.

  foto cortesía

Por Jeanneth Jiménez