Contaminación en el Río Sonora está latente
HERMOSILLO, SON.- Sobre el río Sonora persiste la presencia de sustancias químicas contaminantes a tres años del derrame tóxico originado en una instalación de Grupo México en su mina de Cananea, Buenavista del Cobre.
Datos del Monitoreo de Calidad del Agua publicados mensualmente por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) comprueban que hasta la primera mitad de 2017 todavía existen altas concentraciones de aluminio, bario, fierro, arsénico y manganeso en estado soluble y subterráneo a lo largo de 39 de 61 puntos de monitoreo instalados en el cauce del río que cruza por siete municipios de la entidad.
Por ejemplo, en el punto de monitoreo Bacanuchi-El Molino (ubicado cerca del inicio del derrame), los niveles de aluminio llegaron hasta 0.1533 miligramos por litro (mg/l) el 26 de abril.
El límite de la Norma Oficial Mexicana está fijado en 0.20 mg/l, pero los que marca la Organización Mundial de la Salud (OMS) hacen que ese resultado esté cercano al límite de riesgo para la salud.
La presencia de aluminio aparece registrada en niveles muy superiores a la NOM en los monitoreos correspondientes a la presa El Molinito (Obra de Toma, Vaso 1 y Vaso 2), hasta el 25 de mayo pasado.
Para Obra de Toma este metal presentó 0.569 mg/l el 24 de mayo, prácticamente tres veces más de lo permitido; para Vaso 1 presentó 0.200 mg/l el 10 de abril, y para Vaso 2 marcó .335 mg/l, toda- vía arriba de la norma.
Los datos para el punto inicial (río Bacanuchi) y el final (presa El Molinito), confirman, con base en los datos de Semarnat, que la contaminación por este metal a niveles límite pudo trasladarse hasta 266.8 kilómetros a lo largo del cauce del río Sonora durante los últimos tres años.
En otro caso, la presencia de arsénico en Ures llegó a ser tan alta en septiembre de 2016 como la registrada en agosto de 2014, para 2017 no hay rastros reportados de esta sustancia a nivel soluble.
El periodo de monitoreo inició el 9 de agosto de 2014, cinco días después del derrame contaminante, y abarca hasta el 25 de mayo pasado, fecha del último corte estadístico publicado por el sistema de consulta de Semarnat.
Norma permisiva
La Norma Oficia l Mexicana NOM-127- SSA1-1994, de “salud ambiental, agua para uso y consumo humano-límites permisibles de calidad y tratamientos a que debe someterse el aguapara su potabilización” ha sido criticada por investigadores nacionales al fijar límites de contaminación muy permisibles para la industria minera, cuando se le compara con los que tiene la norma de la OMS.
La contaminación de los ríos Bacanuchi y Sonora por el derrame de 40 mil metros cúbicos de solución de cobre acidulada proveniente de la mina Buenavista del Cobre es considerada por agencias nacionales e internacionales como el peor desastre ambiental en la historia de la minería en México.
Este incidente afectó directamente a 24 mil personas y de forma indirecta a otras 250 mil en siete municipios situados en las márgenes del río Sonora. A la fecha, según reportes del Fideicomiso Río Sonora, hay al menos 360 casos comprobados de personas que son aquejadas por problemas de salud derivados por el contacto con el agua contaminada.
Victoria legal
Apenas el pasado 1 de agosto, ciudadanos organizados que fueron afectados por el derrame de la mina Buenavista del Cobre del 6 de agosto de 2014, ganaron un juicio de amparo por la contaminación del agua en dos pozos.
Los Comités de Cuenca Río Sonora (CCRS) informaron que un fallo del Juzgado Primero de Distrito del Estado de Sonora reconoció que al menos los pozos Sinoquipe y La Labor presentan contaminación por arsénico y manganeso en niveles superiores a los establecidos en las guías para la calidad del agua potable de la OMS, que fija valores más estrictos que la Norma Oficial Mexicana de 1994, que tiene ya 23 años de vigencia.
Se hace notar que el monitoreo de Semarnat de ambos pozos para las sustancias mencionadas no arroja datos después del 30 de septiembre de 2014.
“Esta sentencia echa por tierra el discurso oficial del Gobierno y la empresa Grupo México, causante del derrame, según el cual ya no existe contaminación en el río Sonora”, indicó el Comité, que agrupa a ciudadanos afectados, por medio de un comunicado.
Ese discurso, indicaron los CCRS, ha favorecido para que en los últimos dos años se instalen bebederos en las escuelas públicas de nivel básico para proveer agua a los para proveer agua a los estudiantes, la cual proviene del río Sonora sin ningún tratamiento de purificación previo, según señalaron.
La UNAM comprobó daños
Los daños provocados por el derrame de sustancias tóxicas en los ríos Bacanuchi y Sonora son de tipo bioquímico y geofísico en prácticamente todo el cauce de esas fuentes de agua, al grado de que afectaron la fauna y flora a mediano y largo plazo, comprobó una investigación que está actualmente en curso de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El avance del diagnóstico “Evidencias de las afectaciones a la integridad funcional de los ecosistemas del río Bacanuchi y el río Sonora por el derrame de la mina Buenavista del Cobre: avances del diagnóstico ambiental” fue retirado de la página web del Fideicomiso del Río Sonora desde el 11 de julio de 2016, el mismo día de su publicación en EXPRESO.
Conforme a la Ley de Responsabilidad Ambiental, el diagnóstico de la UNAM se basó en mediciones a elementos de los ecosistemas que comprueban daños ambientales por el derrame de Grupo México de índole tanto directa como indirecta.
Los ecosistemas a los que se hace referencia en el diagnóstico corresponden a las unidades de interacción de los seres vivos y el entorno dentro del área de influencia de los daños directos e indirectos del derrame de Grupo México, se indica en el estudio.
En este informe se resumen las evidencias de las afectaciones a la integridad funcional de los ecosistemas del río Bacanuchi y el río Sonora, ocasionadas por el derrame del represo Tinaja 1 de la Mina Buenavista del Cobre.
Estas evidencias son resultado de los avances en el diagnóstico ambiental solicitado a la UNAM por el Fideicomiso Río Sonora hacia finales de 2014. Los resultados presentados constituyen un conjunto de datos que, de manera clara y manifiesta, demuestran la existencia de daños al estado base de los ecosistemas, los elementos y recursos naturales, las condiciones químicas, físicas o biológicas en el río Bacanuchi y el río Sonora.
Así, el diagnóstico, indica la UNAM, aporta los elementos necesarios y suficientes para (1) acreditar el daño ambiental y el nexo causal entre las afectaciones al ecosistema y el derrame, (2) identificar de manera preliminar las acciones necesarias para evitar que se incremente el daño ocasionado al ambiente, y (3) justificar el sistema de seguimiento que se debe implantar para medir el grado en el cual cada una de tales acciones logra reparar el daño ambiental. Para fines de análisis, por consiguiente, en el diagnóstico ambiental se incluyen indicadores de daño ambiental de tres subsistemas de la región: (1) Abiótico (agua superficial, agua subterránea, suelo, sedimento y partículas suspendidas); (2) biótico (microbiota, flora, fauna silvestre y fauna doméstica); y (3) socioeconómico (actividades productivas).
La prospección de campo abarcó mil 580 sitios de muestro en los ríos Bacanuchi, Bacoachi, San Miguel y Sonora, así como en la presa El Molinito.
En total, se tomaron 7 mil 500 muestras (19% del medio abiótico, 53% de fauna, 10% de fauna doméstica y alimentos, 9% de flora y 9% de microbiota).
El estudio tuvo un costo de 58 millones de pesos, la versión final del mismo no ha sido publicada aún y tampoco la Semarnat ha repuesto el diagnóstico en la página web del Fideicomiso.
Si bien el diagnóstico ambiental todavía no se concluye, las afectaciones señaladas en este diagnóstico justifican la instauración de un sistema de monitoreo y seguimiento para evaluar la eficacia de las medidas de reparación del daño ambiental que se identifiquen en su momento.
Al respecto, tales medidas estarán dirigidas a lograr la recuperación de las funciones que desempeñan los elementos de los ecosistemas del río Bacanuchi y del río Sonora, en cumplimiento de la obligatoriedad de restablecimiento de los servicios ambientales del mismo tipo, calidad y cantidad que los dañados, como se marca en la Ley de Responsabilidad Ambiental, indica la UNAM.
EXP/JI/EL/AGO/2017