Colonia Los Jardines está en el abandono
HERMOSILLO, SON.- Con más 40 años, la colonia Los Jardines se enfrenta a hora , como la gran mayoría en Hermosillo, a problemas fuertes de pavimentación, ya que con el paso del tiempo las autoridades han descuidado el mantenimiento de sus avenidas. En muchas de sus calles sólo queda el recuerdo de lo que fue el pavimento.
Y donde sí hay, los baches se han adueñado de las rúas, afectando incluso los lugares en donde se solían estacionar los vecinos: frente a sus domicilios.
Ubicada al nororiente de la ciudad, esta colonia cuenta con 2 mil 168 viviendas particulares habitadas. La población total según el último censo del Inegi es de 7 mil 052 personas, de las cuales el 52 % son mujeres y el 48% hombres. La mayoría de la población de Los Jardines son personas de 18 a 59 años de edad, con un 58%, seguida por jóvenes de menos de 18 años, con un 22%. Un 20% son personas de más de 60 años.
Toleran varias deficiencias
El principal problema con el que tienen que lidiar los habitantes de esta colonia es el pésimo estado de sus calles, entre las que se destacan Carlos Caturegli, Pedro Ascencio, y Juan de la Granja, entre otras. En general, las calles que no tienen baches presentan un desgaste del pavimento, de modo que se trata de arena mezclada con partes de asfalto.
En las calles Simón Bley y Sóstenes Rocha hay una casa deshabitada que los vecinos del lugar llaman el basurero de la colonia. Señalan que tiene muchos años deshabitada, aunque esto es un decir, porque personas en situación de calle la habitan de vez en cuando.
“Están una temporada y de repente se van y llegan otros, pero como que les gusta vivir en la basura, porque ninguno hace nada por limpiar. Lo máximo que llegan a hacer, y eso porque queman cables para sacar el cobre, es incendiarla. Se ha quemado infinidad de veces”, señaló Rebeca Acuña, vecina del lugar.
Ella vive en la calle Simón Bley, donde dijo que frente al número 398 hay una fuga que llevaba meses, apenas la repararon la semana pasada y hace un par de días comenzó a salir agua nuevamente, al grado que el líquido llega hasta la Olivares.
“Ya estamos cansados porque el lugar ya tiene moho de tanto tiempo que ha estado fugando agua, ahora otra vez, y esto lo arreglamos noso- tros. Cooperamos entre varios vecinos y la arreglamos, nos costó 600 pesos y ahora otra vez”, manifestó.
La colonia Jardines cuenta con un parque, el cual está en muy mal estado. La mayoría de los columpios están rotos, las bancas de igual manera, incluso las de metal; además son utilizadas por personas para dormir. Estas bancas y varias paredes del parque están “decoradas” con los grafitis de los pandilleros de la zona.
En la calle Donato Guerra 463 hay un árbol, el cual fue derribado en una de las fuertes tormentas que ha sufrido la ciudad, al que Parques y Jardines no ha ido a levantar. “La señora que vive ahí ya no sabe qué hacer, porque los mosquitos se le meten a su casa y ya huele mal, porque el árbol se secó y pues todos los inconvenientes que puede tener algo así fuera de tu casa, y ya lo ha reportado, pero no le han hecho caso”, comentó Arnoldo Gómez, vecino del lugar.
Los reportes no terminan Habitantes de la calle Villa Hidalgo también piden el apoyo del Ayuntamiento, debido a que hace unos meses se metieron unas personas a un predio ubicado en el número 390 de la vía. A partir de ahí, la basura empezó a aparecer en el lugar. Ahora, parece basurero.
La mayoría de las cosas son llevadas por la gente que está en la vivienda, que está junto a una casa donde hay poco más de 10 perros que se encargan de esparcir la basura. Pero no todo es negativo. En la calle Arizona y Villa Hidalgo hay un muro que contrasta con la contraesquina donde está una casa abandonada, Este muro es de la casa de Fernando Lugo, quien aprovechó la pandemia para pintarlo, ya que no le gustaba el anuncio que estaba ahí y quiso decorarlo con algo diferente.
Y lo logró, porque esa esquina destaca del resto del paisaje gris lleno de tierra En contraesquina, haciendo un total contraste con el paisaje de don Fernando Lugo, está una edificación que nadie sabe para qué iba a ser uti- lizada, pero nunca se habitó. Según cuenta Lugo, el lugar no se ha llenado de basura porque está ce- rrada y tiene rejas.