Vecinos y comerciantes se niegan a ceder ante la delincuencia

centro 22022017ej 18HERMOSILLO, SON.- Una tierra sin ley. Así describe Lorena Enríquez el corredor que va desde la calle Pino Suárez hasta el Parque Madero por toda la No Reelección.

Lorena es dueña de una cafetería que está en las inmediaciones del Parque Madero, la que ha sido visitada tres veces por los ladrones en los últimos tres meses.

Durante el último robo que se dio hace tres semanas, su socio esquivó con su brazo un machetazo en la cabeza que le propinó un ladrón que logró irse con la venta del día, con una computadora y un celular.

La zona queda desolada cuando oscurece. Antes Lorena cerraba a la medianoche, y ahora le pide a los clientes que se retiren a las 10. Para evitar que continúen los robos con sus clientes, le trazan las rutas que deben seguir si caminan por el centro para evitar ser asaltado.

Les advierten que no se debe cruzar el Parque Madero de noche, y si se estacionaron en las cercanías de la cafetería, los acompañan los dos dueños para que no sean víctimas de los ladrones.

“Pareciera que fuera una cuota que tienes que pagar por estar aquí el ser víctima de la inseguridad. Los mismos comerciantes saben que volverán los ladrones dentro de tres meses, como si estuvieran rondando”, dijo.

Calles de nadie

Jesús Madrid compró cámaras de seguridad para inhibir los robos pero los ladrones ya se las han llevado dos veces.

El dueño de Casa Madrid, ubicado en la No Reelección ha enrejado y reforzado las puertas del local, ahora paga a un guardia que se queda por la noche y con el aumento de la delincuencia los clientes se han reducido.

“A mí me llega gente navajeada a las 8 de la noche, he pedido miles de ambulancias. Me ha tocado ver que pasan como si fuera tierra de nadie, a los malandros cargando tubos con carritos del súper con cosas robadas y van y se meten a casas abandonadas”, comentó.

No sólo las cafeterías y comercios han sido afectados, sino los clientes. Lorena y Jesús han escuchado a los vecinos quejarse de la inseguridad.

Las historias parecieran ficticias: a un corredor que salió a hacer ejercicio lo dejaron sin tenis; un café que aún no se inauguraba le robaron la maquinaria para preparar las bebidas. A un actor lo asaltaron con machete en mano, con otra vecina ingresaron los ladrones y dispararon en el techo; a otra más le robaron todo a las cuatro de la tarde mientras visitaba el Cerro de Campana.

“Para la zona del centro ya la gente lo percibe, es una percepción real de la gente que es una zona segura, y eso es real, es más insegura”, dijo.

Hacer algo

“Entonces hay un gran problema con las adicciones, creo que los muchachos no miden las consecuencias, ellos sólo salen a conseguir algo para malbaratar algo y surtirse con sus drogas”, comentó Lorena.

Esa cafetería junto a otras que se ubican en la zona ya se han acostumbrado a los robos. Todos los comercios, sin excepción agregó el dueño de Casa Madrid, han sido visitados por los ladrones.

Lorena y Jesús coinciden en algo: no pueden seguir aguantando la inseguridad, ni pueden gastar más para proteger sus locales.

Estas cafeterías junto a alrededor de 50 personas más, entre vecinos y empresarios, se organizarán para pedir más seguridad, para revitalizar el centro de Hermosillo, pero lo más importante, para no acostumbrarse a ser visitado por los ladrones cada tres meses.

EXP/AA/EJ/FEB/2017