La joven británica Millie Taplin, de Essex en Reino Unido, acudió a un club nocturno para celebrar su cumpleaños 18. Lo que inició como una fiesta, terminó en tragedia.
CIUDAD DE MÉXICO.-
De acuerdo a información de medios internacionales, la joven británica
Millie Taplin,
de
Essex en Reino Unido,
acudió a un club nocturno para celebrar su cumpleaños 18. Lo que inició como una fiesta, terminó en tragedia.Según lo que publicó el medio La Razón, pocas horas después estaba
postrada en una cama,
agarrotada, como si estuviera
poseída.
Esto luego de que Millie
aceptara beber de la copa
que le ofreció un desconocido. Le pareció muy fuerte y desagradable, por lo que no siguió bebiendo.Empezó a sentirse cada vez peor, sabía que
no estaba borracha
y que la
habían drogado,
su cuerpo se agarrotaba,
comenzaba a ver borroso,
no podía caminar... acabó en el suelo. Sus amigos avisaron a su hermana y fue trasladada de urgencia al hospital.Detallaron que a primera vista parecía que le habían dado un
cóctel de dos fármacos:
uno para paralizarla y otro para noquearla, según indicaron los médicos a la familia.Fueron cuatro horas de verdadera angustia, la pequeña
Millie estaba encerrada en un cuerpo que no controlaba,
rígido como el cemento.
La Razón
añadió que su madre,
Claire
no se separó de ella ni un momento y grabó lo que estaba sucediendo para alertar a otros padres y jóvenes de lo que ocurre cuando confían en alguien que no conocen y aceptan una bebida gratis.Claire
decidió publicar el vídeo
, de una gran dureza, estremecedor pero muy ilustrativo de una realidad existente. Una manera de concienciar de cómo actúan los
depredadores sexuales.
En las imágenes se ve a
Millie
retorciéndose en la cama del hospital, con los ojos abiertos como platos, las muñecas dobladas hacia dentro y los dedos como garras.
“Por muy perturbadoras que sean las imágenes, si salvan a una niña, solo a una, ha valido vale la pena compartirlo. Nada puede prepararte para ver eso”, dijo Claire a “Mirror” que, añadió “es horrible. Parecía poseída. Estaba aturdida mirándola y pensé, ‘qué diablos le han dado’, porque nunca había visto algo así en mi vida. Estaba completamente congelada, sus manos eran como garras”.